sábado, 10 de abril de 2010

¡Dolor! Que Conmigo Vas.






Dedicado a mi hermana, de la que soy su fertilizante, esa que le escribe cada noche. Denisse, ¿ves que todo en esta vida tiene Remiendo? Sí, hermana mía, el corazón tambien.


--“Soy como el polvo que flota por el mundo, infame y pobre, sin pueblo y sin valor. Soy como nube que vaga por el cielo, que va llorando sin el aliento de Dios.
¿Donde estas tierra de mi corazón? ....“No es que yo este llorando, es que el río se desbordo”_ Lila--



Ya son cuatro años desde que me dejaste tirada en el asfalto
Ya son cuatro años que se volvieron 100 por andar recordando lo que no debo recordar.
Como dueles en las jodidas comisuras del cuerpo
Como dueles aunque ya no sienta dolor

De donde condenados bendito hombre, ¿de dónde has venido que te encajaste en mi costilla?

Todos están sedientos de PAZ

Yo solo pido un vaso repleto de OLVIDO

Y es que verte caminar me pone feliz
Y me pone a recordar tontas falsedades
No has sido mío, nunca lo fuiste y sé que algún día me lo pedirás
-Pero no lo hare

Estoy tragándome la saliva de los perros, estoy untándome sus lagañas para poder ver a los muertos, y sigues siendo tú al único que veo.

Ay! Señor que deambula con la sobriedad de mi alma

Que te alimentas de mis gestos y te sostienes de mis tristezas
Y es que tú eres el cauce de todo, 2 hombres me han partido el corazón pero tú te lo comiste, lo defecaste, lo hundiste y después me lo volviste a colocar en el pecho.

Hubo dos hombres en mi vida que se mofaron de mí y de mi nostalgia
Pero tú fuiste el único que logro partirme en siete pedazos
Parece que las flores soplaran a mi favor, pero sabiendo que me dan miedo se ríen en mi cara.

Le conté al cielo mis penas añejas y él mismo me escupió en los ojos, me regalo dos litros de mar salado en cada ojo y desde ese entonces no he parado de llorar
Pero tú ya no estás, resides bajo el mismo cobijo que yo, tengo frio y te pido un manto y solo me das pedazos de hielo con montones de gotas frías.

No tengo manos que escriban cosas que no sean para ti.

Tengo amantes por doquier y ni sumándolos completan uno de tus dedos. El sol de México se hace mas caliente, el tequila me sabe a agua sin sabor alguno.

Los fandangos son como melodías sin instrumentos

El mezcal me pasa tan ligero que pienso que es anestesia
El cielo se volvió paraíso de demonios

Los pájaros que tan libres son, se volvieron rejas de mi prisión.
La luna se ha convertido en mi peor enemiga.

Las estrellas, que con cuanto amor admiraba se han apagado para hacerme caer ¡nadie sabe! Nadie lo sabe más que este cuerpo envejecido, el martirio es tan suave y dulce cuando me pregunto el porqué de los pesares.

Las penas y las tristezas se han vuelto mi refugio, son ellas mi receso, cuanto no he de sufrir que al ver tu cabello me da por vomitar de dolor, cuanto no me duele ver tus pasos y dejaría que me amputaran las piernas si a ti te llegasen a faltar.

Con cuanto odio desearía que te alejaras de mi mente aún sabiendo que vives a millones de noches de estas manos

No sé que le hice a la vida que me pago con tanta miseria, me pago con tu boca y con la fuerza de tus brazos, no sé que le debía que me parte las entrañas y después me hace parir cientos de hijos.

Me han partido los talones para después hacerme caminar sobre braza caliente.

Ay de mi! Cielo mío que te has empeñado en verme derramar tus lluvias de mayo, me muero, por dios que si! a cada pedazo, a cada trago amargo que me haces empinarme, noches de parranda interminables que se vuelven inmensas.

Que te puedo decir si ya todo lo sabes, no hay nada que decir cuando no queda voz en esta garganta quemada, no hay mas sangre para derramar, has batido tu desgracia en el lado oscuro de mis desiertos

Porque te recalco, que estar vivo en medio de un cementerio no es agradable, aún en este día te puedo decir que tus ojos claros serian mi resurrección y sé que tú lo sabes, y todos lo saben.

Tengo una hermana que comparte mi dolor, una hermana que me ha secado el llanto y nos hemos dado un apretón de manos mas largo que las mismísima eternidad, porque cuando el alcohol llega a la cabeza no sabemos de otra vida, más que la de ustedes.

Tengo una hermana a la cual yo le escribo, porque padecemos el mismo dolor, año tras año podremos tener a muchas, pero la primera siempre se quedara, ya no duele hermana mía! Pero ah! como molesta, como una pequeña migaja entre el zapato. Pronto pasara, quizá, no lo aseguro, pero estaremos ahí cuando vuelvan.

El duro peso de los días de aquella soledad compartida que no nos deja comer más alimento que el recuerdo.

Necesitamos descartar que volveremos a ser los de antes, pero si pudieses contemplar mi tristeza, caerías fulminado en el llanto y morirás enseguida, pero caminando estas, y no sé por qué.

He descubierto que la vida me ha pasado de largo arañándome la felicidad sin pedirme permiso, me deja cicatrices que no ha logrado cerrar.

Y ¡claro que si puedo levantarme de este golpe! Claro que se puede, pero de nada sirve cuando sigues siendo tú quien me da la mano para levantarme, mejor déjame en el piso, ya suficiente has hecho con mirarme.

Tienes un par de ojos que no te sirven de nada, no vez! Estas absolutamente ciego, mediocre hombre que te vanaglorias de tus mujeres, sabiendo que aquí tienes una que se retuerce por un suspiro de ti.

Me encontraste mal herida y me acabaste de rematar. Sola con cientos de ausentismos que se desprendían de mis dedos,

y camino por gracia de Dios que es el único que se compadece, pero señor mío! Preferiría no respirar si se supone que así tenga que acabar.

Pero ¿por qué no quieres volver? No hay nada mejor que un dolor acompañado ¿cuánto te puede costar fingirme amor y en las noches largarte con tus amantes? ¿Ves hasta donde me arrastro por ti? ¿Dignidad? No sé que signifique.

Así como te fuiste aquella noche, así mismo podrías regresar, no me permitiste pedirte que no te fueras, pero ya estaba decidido, mediocres razones sin justificación.

Preferí verte partir a la humillación de tu desprecio, las noches de hierba que se complementaban con tus caricias ¿que se supone que hagamos?
No le puedo cantar ni aclamar a nadie más que al dolor mismo para que me deje morir en paz.

¿De donde has venido y que se supone que deseas? nunca lo sabré, pero si te sigues apareciendo de esa manera juro que me sacare los ojos para dejar de verte.

______Dolor que conmigo vas, ¿cuántas noches más serás un convenio firmado por los dedos del diablo?_______



l'écrivain: PiPa Fumatori ★

domingo, 4 de abril de 2010

Un cuento Mal Contado De Ti.




Estraperlo


Un pecado singular, magia revuelta con mentiras.

Se lo conté a mi señora y me dijo que no me sintiera mal, dejo que llorara en su hombro, me dijo FRIDA que no sintiese el estomago destrozado y que te saboreara hasta los nudillos, le leí a mi señora mi gran pena y me escucho atentamente, le menti por pedazos y al final todo resulto ser un cuento singular.
lo cambie, lo disfrace, lo disimule y lo disfrace de placer.

LE DIJE A FRIDA QUE:

"Tengo las ganas sostenida de un fino y delgado estambre, pájaros tendiendo mi ropa sobre el techo.

Amanecí y comencé a devorar un pedazo de pastel rancio que tenía en el techo, pero el sol lo había calentado, así que lo metí al refrigerador para poder comerlo.

Tengo un secreto entre dientes que necesito digerir o de una vez vomitar, pero, pero, pero son 700 millones de peros! Y no tengo la fuerza suficiente para decirlo.

Es solo que, este dolor absoluto es intenso, no me falta nada, a excepción de lo que realmente no tengo, tengo amor aunque no quisiera, quizá!

Por ahora.
Tengo amantes, tengo cigarros, licor, deseos mediocres y reales.

Este momento no es para ti, es incierto saberlo pero es verdad, esta vez tengo la culpa en la parte más blanda de mis pies y las marcas por todo mi cuerpo, tengo el sentimiento de estar bien, aunque no lo esté.

Por ahora Me siento peor por no sentirme mal, pero definitivamente tengo que recordarlo.

Eres una melodía de AMELIE, de esas extrañas que te sacuden los deseos.
Trato de consentir mis propios e inapropiados gustos, trato de cultivar mis placeres.
Culpas gratinadas y horneadas con pedazos de almendra

Tu cuerpo Sabe como a Una taza de Café en pleno invierno, como a la sobriedad de algún poeta enfermo. Tengo millones de gentiles gestos para ti, y ninguno te obsequiare, tu cabello suave y con fragancia de espuma repentina de mar.


Tengo un cable conectado al corazón y se alimenta de algún fusible descompuesto, los colores que tiene tu sonrisa son como blancos latigazos a mi angustia, te has sentado en la orilla de las penumbras, yo sostenida de un globo de metal, el peso me tiro de cabeza y caí metros al abismo y tu ahí, con unos labios maravillosos te sentaste para contarme miles de cuentos para que no me asustara, me aventaste un paleta gigante de caramelo y dentro tenía una nota que decía “Por si te da miedo la oscuridad, puedes comerla y nunca se te acabara”

Y me has dado tantos besos como preguntas, me has pedido que deje mi presente para volar contigo, me has embriagado con solo tocarme, tengo algo que decirte y no sé cómo decirlo, y no me refiero a ti, sino a él, quien ha compartido sus secretos y tristezas.

¿Recuerdas aquella noche? Con mi voz ronca y espantosa! No sé ni un coño de fotografía te dije, y te reíste, me explicaste paso a paso que era un obturador, y yo solo fingí que te entendía, así fueron las siguientes noches, pero algo detenía el deseo, me gustabas tanto que me asuste.

Tu piel blanca y tan suave, tu sonrisa de no cometer ni un solo acto desperfecto,
Tus rasgos asiáticos que me encantan, la manera en la que me vez y cuando me hablas, tu voz es grandiosa, me gusta el tono y como usas las palabras cuando te diriges a mí.

Eres una taza de café en el peor de los cansancios, saber que lo que hacemos no es correcto le da una bofetada a mis principios.

Risas rebotando sobre el cuarto de nuestra mente, besos desesperados que buscaban complacerme y en un dos por tres estábamos sin ropa, sabanas en no se sabe dónde, lo único que importaba éramos tu y yo.

De un solo golpe intenso y extrañamente frenético te introdujiste en mí, no sentí remordimiento en aquel acto, saben de buena fuente que soy leal, demasiado pero fiel quizá no tanto, tu respiración asustada y con ganas de soplarme la preocupación.

Me decías “No me dejes” y porque no podía ser tuya, pero cariño, sabes bien que no lo seré, que fue única y eterna la noche sobre tus labios, pero no se repetirá más y no por no querer, sino por no poder, porque las cosas realmente valiosas y excitantes, suceden solo una vez, de ser lo contrario, perderían el encanto.

Sigamos tomando café, sigamos viéndonos a escondidas mientras mi vida se acorta, todo perece entre las sabanas de la mañana.

Por ahora me desquicias, tu sabor tus gestos y tu irreverente manera de provocarme, abusas del abuso y mis débiles promesas se vuelven un estanque de algodón sin bolsa.

Volátil y sutil entre mis piernas, recuérdalo, recuerda esa noche de inesperado encuentro, recuérdalo como yo lo hare porque dudo lo mucho cariño que lo volvamos a repetir, dudo que nos aventemos del techo de la vecina y nos comamos la luna a pedazos.

Eres ceniza sobre mis hombros y yo deseándote tanto que es preferible no dejar de fumar.

Por ahora ven, tomemos café como la primera vez.

Por ahora no digas gestos y no hagas palabras, deja las cosas al revés y no me reproches, por ahora te pido que te quedes como hasta ahora, tu tristeza y tu manera de vivir me pone nostálgica pero no deseo alejarte de mí, por ahora.

Dejemos puntos suspensivos, para este perfecto pecado.

Por ahora, mis sugerentes gestos se dormirán un rato.

Por ahora no tenemos más que no planear ni pretender ser
Por ahora es mejor caminar saboreando los bostezos del diablo

"Para aquella inevitable y oscura nostalgia que habita en tu pecho"


l'écrivain: PiPa Fumatori ★

martes, 30 de marzo de 2010

Tarde De Marzo




Texto: para ti, Esposo Mío...


Una Tarde De Marzo Cualquiera...


Llegaste a mi vida para enseñarme a no discutir y para caminar con los ojos cerrados, para caminar simplemente pensando en ti.

Una tarde cualquiera Intercambie mi cordura con la vida para Enloquecer por ti.

Desde aquella madrugada en la que te conocí deje de mentir y comence a dormir.

Te escribo desde los puentes de la Alquimia que jamás podrá ser descifrada.

Estrellas arrullándonos como cada noche, tú eres mi estrella más lejana, tú eres mi estrella de luz y yo solo sigo tu resplandor.

Te escribo porque suponemos que las sensaciones son muy intensas cuando viajan a través del tiempo y de las líneas.

Mientras tanto sigo ahorrando la calma para poder salir corriendo y volverte a ver, Lamento tanto haberme alejado en nuestra luna de miel, pero lo volvería a hacer, tu aceptaste la decisión fraudulenta de tu esposa, y no puedo más que reconocer lo gentil y admirable que eres, tanto así que te canonizaría, ¡juro que sí!

He abierto mis manos para recibir la energía procedente del cielo, para poder sentir la temperatura que llega a tu torrente sanguíneo y se cuela por tus venas, la recibo y la siento penetrarme las anginas.

¿Agradecer por tu paciencia? Eso no puedo hacerlo, no hay cosa alguna que sane mejor los miedos, no hay mejoría más grande que tu presencia.

Sereno, absoluto, hermoso, ojos grandes color ámbar con una pisca de cielo en el centro, con tu sonrisa plena como la de nuestros ancianos convertidos en niños juguetones.

Enfermas mi concupiscencia, cada espacio de mis entrañas y de mis aberrantes, bajos, y sexuales deseos son solo para ti.

Te escribo desde los puentes de mi cordura porque solo ellos tienen la historia más bella y nostálgica de las pocas que me gustan y no me hacen daño.

No eres mi complemento, tampoco mi otra parte, simplemente eres la esquina que se me había quebrado, eres la pieza faltante que ya estaba y había perdido en alguna guerra ambigua, eres la soldadura que no tiene grieta.

Amor ¿escuchas? El tintineo de la campana del puente, ya son las 7 ¡exactamente!

En este momento mientras te escribo son las 7 con 5 minutos, 7 vidas, 7 mares, 7 leguas, 7 enanos impacientes por su dama, 7 Desenfrenadas maravillas, 7 días perfectos de la creación, 7 deliciosos pecados capitales, 7 tú y 7 yo, nuestro número favorito, te doy un beso en la frente, uno en el lado izquierdo de tu cuello, un beso en la deliciosa esquina de tus labios, un beso en tus manos, uno en el ombligo, uno en cada uno de tus inolvidables y melancólicos ojos, ¿lo ves? Son 7 besos de mí para ti.

Cada tabaco consumido, lo aspiro con suspiros para ti, me urge tu aroma, lo busco entre el viento, en las hojas del árbol de maple que ha derrumbado el otoño, necesito que me hagas el amor desenfrenadamente, así como en las noches de febrero, los 17 días de ti de los viajes en carretera.

Una tarde comprendí que no eras un individuo cualquiera, que las formas y líneas de tu cuerpo eran exactamente lo que solo supuso un cuento inventado, pensando y escrito por algún loco desquiciado:

Agua transparente y dulce, así es tu saliva,

Estrellas fugaces son tus ojos,

Briza de montañas con olor a lavanda, así es tu aroma,

Cosquilleo proveniente de los dedos del Olimpo, exactamente así es tu sonrisa,

Soplo de vida revuelto con felicidad, así es tu Nariz,

Caramelo derretido sobre manzanas, suave, inesperado e insoportablemente excitante, así es tu boca,

Marfil del último elefante de la india, así es el color de tus dientes,

Raíces del árbol del esplendor, sollozante, discreto e hipnotizante, así son tus cabellos,

Una caja de cristal que cubre la última flor del mundo, eso son tus manos para mi alma,

El sabor de tu cuerpo es como beber de la boca de los poetas, el sabor de tu piel, es como lamer sus letras y disparates, es como saborear lo más aterrador y dulce que pudiesen escribir mientras estaban muertos,

El reposo perfecto para mi cansancio, lleno de hendiduras discretas y con suaves masajes con aceite perfumado, así es tu espalda, aceite de mirra escurriendo por mis manos que solo te buscan a ti,

No hay dilema, no hay preguntas ni respuestas, esto que tenemos es lo que viviremos hasta que la hecatombe de la vida nos pudiese desunir.

Te escribo una tarde de Marzo cualquiera, porque este momento es el único en el que pudiese enloquecer, morir y suspirar aclamando por ti.

Te lo repetiré 7 veces más…

Te Amo
Te Amo
Te Amo
Te Amo
Te Amo
Te Amo
Te Amo...


l'écrivain: PiPa Fumatori ★

sábado, 20 de marzo de 2010

Has Vuelto Del Ayer.



Bulo de ti.

Para mi ahora Esposo.

Cuatro años después, cuando la historia más desquiciada e irreverente del mundo se pudo haber relatado.

Has vuelto del ayer como si fueses bienvenido y no te importó sentarte en el sofá mientras mi cara de susto se ponía verde.

Así, justamente como te olvidaste, con tu sombrero de Alas Francés para variar.
Con la camisa entre abierta y el cordón de plata con un enorme escápelo.

Tus pies delgados y blancos anunciaban que era hora de escabullirte una vez más.
Has vuelto del ayer y no sé por qué.

Tan solo hagámoslo, protejamos el futuro sin daños a terceros, cuartos o los que se enlisten.

Has vuelto de ayer ¿para qué?
Aún no lo sé.

Has vuelto de un ayer más que sepultado.

Ya hace cuatro años que fugaz volaste cerca de mi pantano.

¿Dime porque aún aparece tu figura y esa sonrisa? Esa sonrisa que me tiene sin cuidado, tan sin cuidado que no soportaría no verla.

Cuatro años de jarana y absurdo Son.

Fuiste solo un engaño trágico y vulgar que se suspendió en mis ojos.
Una rápida y letal mentira que se esfumaba como cualquier fumarola de humo en pleno invierno.

Cualquier cosa de ti era magnifica, tus sobras y tus miserias me hacían conformarme
Y fuiste una verdad falsa que no me dejo amarte, ni un solo instante.

Si hubiese encontrado un momento en el cual recordarme, la música en medio del pasto.
Las manías y tus adicciones.
Tus manos heladas debajo de mi blusa
la manera en la que me mirabas cuando comía dulces con cerveza
si tan solo recordaras la manera en la que jugabas con mi cabello mientras me tarareabas "la valse de Ameli".

¿Cómo pretendes que olvides tus enormes y fantásticos Ojos Azules? Tan azules que el mismísimo mar se revolcaba de envidia.
Eres lo que nadie cree y lo que el olvido mismo no se atrevería a dejar de lado.

Yo recordare hasta la muerte aquella cena en Madrid, debajo de aquel restauran en donde vendían el café más amargo y dulce de los campos, ese lugar en donde vendían el mejor tabaco del mundo.

No pienses en segundos, piénsame en cada instante, tal vez puedas recordarme y quizá puedas llamarme tratando de olvidar al propio olvido.
¿En dónde nos quedamos?

Hace cuatro años. ¿En qué esquina me soltaste la mano?

¿Que hicimos de ti y de mi? ¿Qué hago regresando al mismo lugar en donde te conocí?
Quizá pueda llamarte al número que nunca habrás de contestar y más a sabiendas que soy yo quien te aclama.

¿En dónde te quedaste?

¿Cómo te golpeaste tan fuerte la cabeza que me olvidaste? Siempre fuiste torpe, pero ¿olvidarme? ¿A mí? Tu mismo lo dijiste aquella noche, ERES UNICA E INIGUALABLE, INOLVIDABLE A PESAR DE LA AMNESIA, ¿lo recuerdas? No, no lo recuerdas, porque desaparecí de tu memoria.

Borraste un poco más de lo que está permitido olvidar.
Las camisas que bordamos con flores de almendro, a las 6 de la tarde mientras jugabas con mi cabello.

¡Recuérdame por favor!

El desayuno en plena tarde de Abril, era mi cumpleaños y te asomaste por la ventana, me miraste y dijiste, ¡Barbará! que hermosa eres, aún no comprendo porque Dios me dio este regalo, esta hermosa princesa con ademanes de hippie que siempre será una mariposa con alas demasiado grandes. Yo sonreí y seguí fumando junto a ti.

Después me besaste el ombligo y dijiste "¡No sé que eres Mujer! no sé qué cosa eres, pero lo que seas me tienes maravillado, estos meses junto a ti son como haber regresado de la muerte un poco más viejo y más joven al mismo tiempo".
Después de eso sentiste un dolor abdominal que caminaba por tu espalda hasta llegar a tu cuello y me pediste un beso.

Nos levantamos y pensé que quizá podríamos ir a visitar un poco la vieja España, recorrimos sus calles, tú y yo tan jóvenes, en ese momento deseábamos morir viejos, y tener decenas de hijos, perros, gatos o lo que fuese.

Días más tarde, la serenidad de tu madre alzo el teléfono, teníamos que viajar, por mares infinitamente enredados, en ese barco enorme con millones de lujos y lo único que llevábamos encima eran mis botas de escalar, tabaco, licor, galletas, dulces, una vieja lámpara sin pilas y centenares de chicles en los bolsillos.

Llegamos a Francia, y sentimos que la ciudad era de nosotros.

Ya son cuatro años desde que Paris nos vio parir gemidos de felicidad, mordimos la torre Eiffel de un costado ¿recuerdas? La torre de Pisa nos hizo una reverencia y desde ese día se ha quedado así, de un costado y esperando que le devolvamos el saludo.

¿Cómo olvidarte si solo tú y nadie más pudo definirme tal cual, sin equivocación alguna?

Has vuelto del pasado cada año desde hace 4

Te gustan las cosas simples como a mí, caminar descalzos sobre El Lago de Leucate.
Comimos panes de ajenjo sobre las aguas del Lago Bourget
Salpicarnos de charcos de sol
dormir bajo un manto de estrellas mientras dejamos la mente en blanco.
Solo a ti te gusta la comida dulce tan dulce como a mí.

De Francia, es nuestra Amelie, ¿la recuerdas? Sí, Ella, la que nos enamoro.

En estos últimos dos años me la he pasado escribiéndole a los pasados, sinceramente sin motivo alguno, pero de todos los ayeres eres tú, quien se quedara eternizado, por las cosas platicadas, por los constantes caminos, porque nunca hemos dejado de ser intolerantes con la distancia, porque solo contigo me casaría un millón de veces por año Y por qué Francia, el café gourmet y tú, serán inmortales en mi memoria.

Regrese un año después a ver si te encontraba, pero nunca supe más de ti, no supe que paso con las galletas que una vez me cocinaste mientras comías pedazos de fresa sobre mi boca.

Tu "Guadagnini" ¿En donde lo dejaste? Ese mismo que salías a tocar cuando te enojabas conmigo y después de media hora, llegabas con vino del mejor a cantarme y decirme “Je t’aime, Je t’aime, Je t’aime Piccola querida.”

Cuatro años hace tanto tiempo que te perdí de vista, porque esos inmensos ojos azules con fragancia de lavanda y esa sonrisa despistada con aires de no querer soltarme jamás son lo único bueno y sincero que he tenido en la vida.

Tengo la plena sospecha que si llegaras corriendo por mí, sin miras a ningún lado me quedaría contigo, entre los brazos de tu cuerpo perfecto, entre los labios más jugosos que jamás conocí, en tu piel deliciosa y tu cutis perfecto.

La voz tan grave y estilosa que me acompañaba a dormir todas las noches aquella madrugada que conocimos por primera vez Madrid.

Después de un año y dos meses me diste el anillo que nunca quise aceptar y ahora es incierto su paradero, sigo pensando que se perdió en mi escote.

Lloraste durante días y estuviste 2 o 3 más sin hablarme, después me besaste, me hiciste el amor como pidiéndome perdón, comprendiste y me dijiste que no podías controlarme, porque yo era un pedazo de papel flotando sobre una nube.

Así me decías tú ¿recuerdas? ¡Un pájaro, eres tú! eres mi Frida pequeña, “hermosa ninfa de mis dulces sueños” esas eran tus palabras.

Pero nunca comprendiste que no debíamos separarnos.
Te sigo esperando, aquí a donde siempre he de regresar.

Cada año me quedo aquí un par de días y luego me marcho, Si algún día pudieras encontrar mis letras, comprenderías que no soy más que tu sombra al caer la noche, el tenedor de tu pasta al terminar de comer, sigo siendo la toalla que usabas en la ducha, seguiré durmiendo del mismo lado, porque así nos acomodábamos en tu cuarto

¡Volvamos a París! a esa silla de metal que nos acepto como legítimos dueños.
¡Recuérdame por favor, acuérdate de mí! ¡Reconóceme o no seré menos que una ausencia inevitable!

Volvamos a ese puente de miles de mariposas en donde me cortaste un cabello y te lo fumaste.

Volvamos a pasar por las luces de la chimenea en donde nos cantaba Carmen.
Volvamos al presente, y no te alejes de mí, no sé porque has vuelto del pasado pero fue inesperado tu regreso.

Me quede pasmada un día completo y no cabía en mí tanto desenfreno.
Adoptemos a ese hijo que siempre quisimos. ¡Anda! Hagámoslo!
Olvidemos a tu padre y al mío por lo consiguiente, los que nunca aceptaron la relación.

Olvidemos los alardes de las fortunas compartidas, olvidemos el oro, las camisolas largas, olvidemos el secreto en el que vivimos, solo empaquemos pan duro, pedazos de turrón y viajemos, como lo hicimos hace cuatro años.

Así, de la misma manera en la que me conociste, Por esa división y frontera a la que nunca volví a regresar.

Cántame un fandango de media noche con tu voz enredosa, con tu exquisito acento México-Francés, comete mis paletas de maní, y sígueme diciendo "Frida pequeña".

Has vuelto ¿esta vez porque? ¿Te quedaras? O volveremos a esperar cuatro años más. Dímelo solo esta vez, estoy hostigada de los estúpidos silencios que lastiman como malditos perros devorando los brazos de un niño.

Madrid, parís, Francia, Roma, Florencia, Barcelona, San Agustín, Italia, Inglaterra, Europa y México.

Tantos lugares recorrí junto a ti, que hoy es difícil pronunciarlos sin tu recuerdo a un lado.

Tlacotalpan encendió sus mecheros y Tonalá acepto tu afinación, Córdoba te sedujo con su aroma a café y Jalapa te deseo Feliz viaje, pero fue San Cristóbal en donde jamás te volví a ver.

Has vuelto del pasado, yo he vuelto a tu sillón, de donde jamás me debí levantar.
Has vuelto del pasado y es hora de dormir, me has marcado 7 veces, a sabiendas que es nuestro número, ¿Por qué lo haces? ¿Eres un muerto vestido con piel de vivo?
Has vuelto y espero te marches pronto o te quedes lo suficiente hasta darle las condolencias a mi esposo.

Sí, mi esposo, me he casado con un fantástico y maravilloso hombre, son muy pocos los que saben que me amarre de pies y manos porque he decidido morir, al perder mi libertad he muerto, pero me esposaría 7 mil veces a ese hombre que es mejor que yo y peor que tú, ese hombre que es peor que tu y mejor que yo, solo sé que deseo recordarlo toda la vida.

Así que, si tú estás muerto, puedes buscarme en tu mundo, róbate una llave de mi pecho y jálame hacía tu ropero, guárdame y no dejes que me vaya.

Salte a pasear, hagamos un plan, ve por el pasillo, y minutos después iré, y cuando mi recién esposo pregunte por mí, le dirán que desaparecí caminando con una bata azul, como el interior de tus ojos, le dirán que me marche de la mano de mi ayer.

Has vuelto del ayer y yo iré caminando detrás de ti con los brazos atados, con la mirada perdida y con la felicidad haciéndome reverencia.


¿Sabes en donde estoy esta noche?, Adivina, tomamos un avión y el primer lugar que pisamos fue, "agua con escarchas de hielo" hacía frío como esta noche lo hay, son 8 horas menos que ayer y más que hoy.

¿Sabes en donde estoy esta noche? ¡Exacto! se que lo sabes, precisamente aquí, y tú lugar esta vacio.

....Has vuelto del ayer, me marcho, es hora de volver al presente.



l'écrivain: PiPa Fumatori ★

domingo, 14 de marzo de 2010

Extrañarte Con Los Ojos.



Epístola para Alberto.

Soy un alegrije que pretende colgarse de tus sueños, que me creaz incierta y real, soy fantasía acumulando una fantastica pesadilla.

Una hermosa carta vieja y putrefacta llena de amarillos contrastes dirigida hacia ti, un escrito que se apodera de mis miedos y se los lleva hacía tu parado excepcional.

Extrañarte es más difícil cuando exageras en la usencia.
Es un poco más difícil cuando se supone que soy un éxtasis en constante cambio.

Añorarte y persuadirte para que regreses es más difícil que veinte paisajes derritiéndose sobre un tempano de sol.

¿Qué más ansiedad se puede tener cuando he inventado torturas humillantes para acrecentar mi dolor y pensar en algo más que no seas tú? Solo para distraerme de ti.

En mi casa de crema de opio, sentada me quede una noche en la que un pasado llegó para pretender hacerme caer, pero ¿sabes? lo unico que reafirme es la inmensidad de mi amor por ti.

Eres el dueño de los pocos pensamientos libres que aún tengo. De las reflexiones irracionales de un artista que ya no tiene cordura, que ya no escribe y solo gime, sin voz me he quedado, más consumo a diario mi muerte para poder sobrevivir.

Pensé desfallecer, y solo quedo en el adiós la realidad, TÚ una y otra vez rondando por mi cabeza, y tu distancia parece tan corta cuando me hablas al oído congelado
Y Parecería que se esfuma cuando veo tu sonrisa por un aparador inexistente.

Y te espero como todas las noches se sienta el cielo para arrullar al conejo dentro de la luna.

Te extraño con los ojos, porque con lo demás no podría,
Solo y exclusivamente con los ojos, porque son ellos los que se impacientan por verte, y son ellos quienes lloviznan aguas de mar interno sudando nostalgia.

Te extraño en cansancio y a veces te extraño de una manera tan hermosa que he pensado que me gusta sentirte lejos.


Y la mente me hace jugarretas, por piedad ¡No hagas caso de mis pataletas! ¡ni de mis desvarios y rarezas! ni de mis irreverentes palabras, de mi absurda mediocridad e ignorancia cuando de amor se trate.

Pero en las noches en las que se supone me haces el amor, pierdo la cabeza, y me pongo a jugar boliche con las perlas que escurren de mis ojos, para entretenerme y ver pasar el tiempo, el tiempo que en realidad no pasa, sino continua, él no se detiene ni se aferra, deja que pase todo de largo y sigue su camino.

Me siento en la playa con él, mi único y traicionero vicio, que desaparece en mi boca, se esparce por mis pulmones y después de haberme matado, se retira digno y suave como si la vida no le complicara.

Y es que ¿sabes? Lo difícil no es extrañarte todas las jodidas y eternas horas que tiene el día.
Lo más difícil es tener que sonreír como si no tuviese alguna molestia en el alma.

Me duele el rostro, me duele la verguenza cuando me miras pero no deseo que pares de hacerlo.

Quiero verte correr mientras me siento a esperarte.

Pero, lo peor de extrañarte es tener que reconocer que me he enamorado, mi corazón es una estantigua que se burla de mis mediocridades y mi falta de validez al no consagrarme inmaculada y haber perdido la emoción por ti.

De ese par de manos, de los brazos suaves que me rodean, de toda aquella cosa exquisita que te hace un hombre.

Lo peor es tener que revolcarme sobre mi propio fango, lo peor es tener que admitir sin lugar a dudas que el amor esta encima de mí, seduciéndome y me ha preñado con uno solo de tus cabellos, he caído flagelándome las entrañas para reconocer que escupí y me cayó en el rostro toda aquella palabra negándome a vivir un amor.

Extrañarte con las amígdalas, cada vez que grito por ti
Extrañarte con el corazón es invisible cuando esta dentro mi
Extrañarte como sea es un poco más fácil, mientras que no sea con los ojos, porque me los he de sacar si pudiese acelerar tus pasos y acortar las distancias, pero que tormentosa cotidianidad y que aburrida monotonía tener que verte a diario sin contemplar tus cuentos lejanos.

Extrañarte es un poco más difícil cuando no estás para compartirlos.
Extrañarte es sumergirme en un suave lago lleno de preguntas
Extrañarte a diario es alimentar el ego más indecente con el afán de ser un poco mejor y más hermosa para usted.

Extrañarte es un comienzo con el final por delante, una madrugada de bailes solitarios, con fogatas encendidas con lluvia, extrañarte como en este momento lo hago, es por supuesto amor mío, la manera más sincera y única de demostrarte que no son verdad tus dudas, que mi rareza me hace irrelevante, la más impulsiva e inteligente, tan inteligente que a veces no comprendo lo que mis letras dicen.

Sin ti, no soy más que un cuerpo de ambulante.

Sin ti, estos ojos no son más que huecos descubiertos.
Sin ti, soy trizas de pasado cubiertas de abismo.
Sin ti, amante mío no soy más que un trozo de muecas y gestos sin sentido
Sin ti, la complicidad no tiene lujuria ni armonía
Sin ti y sin ese par de alas que me protegen a toda hora, no soy más que un pájaro asustado, hambriento, sediento, mutilado y con ganas de escapar con los pies sobre la cabeza.

Y los he cerrado porque no quiero saber de más ausencia, un escaparate para tu lugar vacio en espera de ti.

Extrañarte, Con los ojos y nadamas.



l'écrivain: PiPa Fumatori ★