lunes, 1 de octubre de 2012

Cadáver Exquisito.



(fotografía tomada del National Geographic)






-Y las maravillosas  DELICIAS GALOPANTEs se le colgaron de las plumas, de su ala izquierda,  de todo aquello que lo hiciera girar, y su aflicción fue multiplicándose, fue gimoteando imparable, entre el blanco azulado del celaje pueril, entre las esféricas figuras de los sueños de la mar. ¡Nubes! ¡Nubes!  [Algodones traslucidos de Su LETARGO boreal]. 
Y se le fue arrullando entre las costillas,  entre el AZUL petimetre con el que alborotaba los amaneceres. ANGUSTIA revoloteándole en el talud de los SUEÑOS, y tras asomarse a la ventana IMPRUDENTE cuál pardo canario. Se le murió el ruiseñor, se le murió el canto, se desvaneció y sintió en el pecho, una parvada enmudecida de DIASTOLES embravecidas.
¡Pereció el PÁJARO aquel! Y su cadáver exquisito se quiso comer. La CONCUPISCENCIA desintegrada y solo le quedó su “Tanta bondad”. De entre todo el amor la conmoción le provocó una COMPULSIÓN agónica y se remontó a sus recuerdos sibilantes en dónde le leía poemas rotos, en dónde le cantaba amarillo, en dónde POSTRARSE ante su pena, le evitara "berrinchar".
Y la SECRECIÓN le rodó como excitante COMBUSTIÓN cuál HECATOMBE mordaz de los ojos al caparazón,  pizca a pizca las migajas de agua de sal fueron el ESTREMECEDOR espiral como vueltas CARACOLar.
Y En el INUSITADO olor que dejaba por las mañanas, aquel vuelo de ave, aquel recuerdo del tan magnífico errante, se le extendió en el olfato, se le guardó como desdichado guardapelo, y en el TRASNFONDO se le formó un inmenso CUENCO, ¡La perdida de aquel volátil! No le llovían las estrellas, no le brotó de los ojos pero ¡Ah! ¡Siempre! ¡Siempre! Le gotearía el corazón-.





.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Vesania Post Mortem Auctoris





Después de morirme, ¡Te escribí! tuve que hacerlo para concebir la vida sin ti.

“Cuando tus "Yo" Murieron, Yo morí contigo. Cuando eso pasó ya no fui más ni de ti ni de mí. No soy desde aquella imperecedera y melancólica lobreguez…. ¡No soy! ¡No soy! desde que el lacerante Tic Tac de tus entretelas me desmembraron el corazón.

Ya es tarde para la penitencia de los pecados. ¡De los todos! De los rotos, De los ojos De la inexpugnable respiración del rompimiento absurdo de la derrota-

-Que sería de tí sin mí, que sería de Mi sin El "Recuérdote" a diario.
Somos el trasfondo galopante de un pájaro, las sendas rutinarias de emblemáticos recuerdos, cansados de sonrojar ante la fatalidad del olvido.

-Tengo una diástole en el corazón, una encrucijada medieval, de pasadas y dolorosas remembranzas. Pidiéndole a las noches taciturnas el recuerdo de "Tú-

[Solo lo dirá tu oído]

-Quizá acompañarme o finir que me acompañas me resanaría un par de veces al mes.
Nada sería más grato que morir así, en el "acompaño" de tu ausencia Y en el impávido sentir que siento arañando el cuchareo de mis ojos en el vacío inmenso de éste perdido momento.

y yo parto en estado vertical sobre el paraje de la orilla, intentando acercarme más, por medio de letras, por medio de luz, por medio de luciérnagas. Creyendo con vehemencia falsedad que quizá podría eso extinguir un poco la lejanía, quizá acercarte más, quizá acercarme más, solo para así, ¡dejar de confinarnos a esta compartida soledad, languidez.

-Día con día por tu ausencia, día con día con mi sentencia.
 Mi buen "De la Barca" un día me dijo a los ojos:
Pero véate yo y muera
Que no sé/ rendido ya,
Si el verte/muerte me da
El no verte/ ¿Qué me diera? (Ese día comprendí más de tres cosas)

Entonces sucumbí ante mí, me acepte como destrucción, como ser incorregible, me dispuse a escuchar en un solo día todos los perdones escritos ayer, y las maldiciones de “los aquellos” a quién tanto lastimé
              
Y ahora tú, ¡Por piedad!
Háblame con la voz de tus ojos
Háblame con tus manos
Háblame con tu silencio
       [Pero háblame]

Comete mis “extraño” comete pero devóralos, cada uno desperdigado, los sumados a los nuevos melódicos pesares.
Parvadas de destinos sin rumbos.

El reposo sobre tu pecho, aquel amor y su terrible antojo lleno de perdón, de falacia, de necedad, de pasado. El antojo de las madrugadas y de la tibia disculpa por Robustecer mi amor por ti.
Yo quiero de ti, ser el azul, el verde y el blanco de aquellos instantes fotográficos que llevo en mi guardapelo. Guárdate en mi pecho, aquellos faros que surcaron mis mares.

Aquella última mirada después de marcharte.
Mi certeza es tardía. Llegué tarde a ti, mientras me esperaste, para no seguir. Es poemario el verso que escribo de ti.

Apágame las luciérnagas y trina sobre mi corazón-. No es no poder quererte, es no tener como hacerlo. El llanto perjuro y solitario se desborda del silencio, se emancipa como trueno directo a las plantas de mis pies.
No es no querer amarte, es no poder contestar a los hemisferios de mi cabeza sin perder la cordura en ello
Amor, amor! que sobre abunda en el vientre de mi corazón te echo la culpa de mi tenaz sentimiento, prefiero saber que eres tú quien se marcha para acabar con mis desvelos.

Hoy soy de ti, lo que tú de mi No.
[Lo que no es]
Duérmanse las rumenellas en ti/ Duérmete en mí.
De tus ojos parto/ de ellos muero
De tu regazo sueño/ más no despierto
En tus ojos impávidos descanso
[En tus pupilas meso la noche]

En tus pestañas me cobijo

Vivo en ti, hasta que amaneces, despiertas sonríes y vuelves a desaparecerme.
Mi vida [en ti reposa]
Mi muerte [tu desprecio]

-Cálleme esta hecatombe el corazón-
Cállame en la desdicha, cállame porque no sé si te quiero o no, porque no sé si seguirnos jugando el tiempo o dejarte de embravecer, haz algo por mí, asfíxiame o “déjame” no con la ausencia, ni con los recuerdos, sino con el olvido. Las historias vivas e inexistentes de ti. Son impactos en mi memoria.

Cuando tus “yo” murieron, Yo Morí contigo. Con “ellos” con todo lo que fuere de ti el más grande de mis pesadumbres.

Se me apaga el Ti Tac, se me pierde tu tic tac. Me arrullo en tu reloj, en el bolsillo de tu pantalón.
Se me agota el tiempo de los  “tus” en inviernos. Esta mañana llueve melancolía y entre sus brazos lleva hipocondría, en su regazo tristeza a cuenta gotas. 
Me parte en minúsculas prosas que son arrastradas por el soplido amargo de una calle, con hojas arrugadas, que a su vez contemplan la imagen del sol sobre el lago.
Mi corazón se hunde allí, en el reflejo de tu NO existencia, en las alas de los pájaros en “V”, me han dicho que traen buena suerte, pero los ingratos no bajan a bendecir lo que está maldito-

Rueda sobre el empedrado el extinto cadáver de mis goteros personales, ¡Peregrinan sobre el suelo los lloriqueos que gimotean el quebranto abatido de ti.

¡De nadie culpa es, este llano muerto en el punto en medio del desazón, De nadie culpa es, lo que provoqué.
¡Húndase mi alma, espíritu y desconsuelo en un batiscafo de soledad! ¡Bien merecido tengo el conspicuo y trágico llanto de mi perniciosa juventud.

 No soy desde aquella imperecedera y melancólica lobreguez…. ¡No soy! ¡No soy! desde que el lacerante Tic Tac de tus entretelas me desmembraron el corazón. 



lunes, 16 de julio de 2012

-Mil Colores-





-Yo Quisiera Ser Un Ave/ Y Dar La Vida Misma Por Tener Un Par De Alas "Azul"-

¡Deja que llovizne! ¡Deja que escupa la nostalgia! ¡Deja que seque el calor del sur!

¡Deja que llovizne la tristeza! que llovizne el tiempo azul, deja que mastique el tiempo mis perdidas ilusiones, vagas, rumberas sin rumbo

Languidez esperando que las letras cambien mi color, esperando que el color cambie mis letras,  daría lo que tuviese que dar, para dar lo que mañana quiero recibir.

Y ¡Ah! Como ha dolido(me) ver tu fotografía.

Como me ha dolido verte en mis fotografías, y la vida que detuvimos dentro de ellas, dolió tanto como gustar, llovió toda la noche, corrió por las calles la aurora boreal convertida en agridulces repeluznos y los lamentos hechos canto, recurrí al recuerdo porque esperé que llegara a dónde no estás, dando vueltas y giros para entre-chocar.

Y yo en estado vertical, sobre el paraje de la orilla, intentando acercarme más. Creyendo con vehemente falsedad que quizá podría eso extinguir un poco la lejanía, acércate más, me acerco más, solo para así: ¡Dejar de confinarnos a esta compartida soledad”.

Darnos la vuelta desnudamente feliz, tierna apabullante, armónicas sonando tras el vagón engranado de mis sentires por tú, por yo, por nosotros. Una pequeña cadenita encajada en las uñas y resanada con parches en los ojos.

Yo he querido/quisiera/ y quiero ser un ave, llegar aleteando, a la roma de tu sueño, dar un pedazo de vida si es necesario.
¡ Ya llorar no me place si no es la causa por alegría!.

Yo quisiera que hoy me convirtiesen en ave, hoy es el día de murria, hoy es el día de vocalizar fuerte sones a la hipocondría, esperando espero, y vuelvo a esperar.

Y tu cariz inevitable de un “No siento” lleno de falsedad y solo quisiera, yo quisiera ser tragos de sol, introduciendo en costales roji-azul las abolladuras del corazón.

Yo quisiera ser Un pájaro multicolor, uno que no fuese azul, que no fuese amarillo, que no fuese suave ni pardo.

Y en el impávido sentir que siento arañando el cuchareo de mis ojos en el vacio inmenso de éste perdido momento.
Y un ser, y otro ser, que vienen riendo sobre mis pies, Ya llorar no me place si no algazara de risa.

Hoy siento como un ensalivado amargo, una raya más que da nostalgia de añoranza, de tener todo y no tener nada, de estar con el amor a escondidas, de madurarme el asomo por tantos labios regados, por tantos besos donados.

Hoy quiero ser un ave, que no piense y que solo cante, un color intenso en la serranía que disfrute de los vuelos del cabalgue de un adiós. Mortíferos son los recuerdos que duelen cuando estos duelen más.

El calvario sueño desvelado, sin motivo ni congruencia, el suplicio infortunado de vivir junto a mí, las horas largas de insomnio, las llamaradas de tortura que revuelan sobre la cabeza del cielo, por la cabeza de mi Dios, de ese Dios que dice estar angustiado por mí, me le he salido de las manos, de las ganas nobles que ha tenido en mí, de las que ha perdido cuando se refiere a mí.

Llevo un par de días sin bañarme, sin asolearme de luz, sin asómbrame de sombra, llevo un par de días intentando intentar, y un par de días más viviéndome, no hay resultados, solo llanto.

Azul es el aura de mi madre, la nostálgia que habita en sus ojos es mi verdadero dolor, hoy la veo envejecer, van ligadas ella y mi corazón. Hoy van ligados mis amores y mi sol, Entre ambos han hecho de mí millares de trizas y sonajas quebrantadas, entre ambos “muchos” le cuento al cuenta cuentos las cosas que me tiene que inventar, para poder estar en paz, para poder salvaguardar, mi última tonalidad.

La soledad también estorba, la libertad, también se siente sola cuando "compañía se va.
¡Y Como me ha dolido! Sucumbir a este sentir a las letras y pensares, ¡Que daría! ¡Que no daría vida Maldita! Por no ser quién soy, por caminar de derecha a izquierda, por no sangrar ojos.

-Yo Quisiera Ser Un Ave/ Y Dar La Vida Misma Por Tener Un Par De Alas "Azul"-

Amarillos son los canarios, Mil colores las aves son, Y yo, no tengo razón, no color, no sabor, no olor, no visión, no sentires, no tristezas. Soy un NO, en la tierra del SÍ, soy la esperanza de un amor en el profundo hueco de un corazón, Soy el contrario al reverso, la envestida puñalada a un muerto, Soy la multi-sinfonía violenta de un Beethoven que escucha, Soy un inexistente verso que se canta sin cuerdas, la voz aguada del jaranero mudo y la falda de la abuela invalida.

El caso amargo de tu felicidad fallida, Las aves multi-amarillas son, los girasoles adorno de los cabellos del sol, y éstas y las otras, son cosas que solo son, Porque han podido ser...

Yo quisiera estar
Yo quisiera tener
Yo quisiera soñar
Yo quisiera NO llorar
Yo quisiera sonreír más
Yo quisiera, yo quisiera!
yo quisiera ser una casita pequeñita agujereada de un millar más un color.
Yo quisiera ser, canto, llanto, lluvia, color, mariposa, fuego, besos, amor, esperanza, libros, letras, pintura y son.

¡Yo quisiera ser! Eso, Yo quisiera ¡SER!-


jueves, 28 de junio de 2012

-Y De Un Aletazo-




Y las palomas fueron desplomándose, del cielo, de los campos, de las repisas de las ventanas, de las estatuas en Roma, de los parques en Europa, fue vaciándose el cielo, simplemente quedó azul, como un lienzo virgen esperando el pincel, como un vaso congelado más que blanco más que transparente.


Sin hojas de olivo fue perdiéndose el mundo ante mis ojos, ante la ceguedad abierta de esta mirada, no había nada más por hacer, no había latidos sobre la tierra, no había más enamoramiento en las sonrisas, sin lugar a duda había perdido gusto por vivir, no me gustaba vivir pero no podía no hacerlo.

Y comprendí muy oportunamente que sigue siendo el vacío solo eso, un hueco invisible plantando, bien cimentado en el esófago, una circunstancia que me obliga a llorar, contra mi voluntad, contra mis propios deseos, un disfraz mal costurado de la capa interior del corazón, es la estrecha y pequeña línea de mi imaginación casi extirpada, sin solución, sin más tregua.

Sigo cuestionando al Dios que me niego a reconocer, ¿cuántas cartas le habría escrito? ¿Cuántos cancioneros no terminados habré compuesto? ¿Cuántas pinturas sin color habré plasmado? Enamorarme del hombre con el nombre  más feo del mundo, infectarme de tantos vicios, Sigo parlando a solas como cuando era niña, sigo con los mismos temores, que ahora son mis más acérrimos enemigos.

Sigo por Todo lo que he jurado en vano, sigo, despidiendo ese olor a ceniza y café amargo, ese “agridulce entre cortado” que picotean las palomas que han bajado para despedirme, No bebo del vaso roto, no bebo porque se me ha caído la lengua, de tanto besar bocas sin sabor, ya no creo en las mentiras, tampoco en las verdades, ya no creo simplemente, en nada en nadie.

Mi corazón caminó mil veredas infectadas, mi corazón se desnutrió en la cansada espera, mi corazón simplemente escapó de mí, por la mala vida que le daba, las palomas bajaron para comérselo a pedazitos, para hacerlo como coladera, como remiendo de tristeza, y se ha quedado colgado en un árbol de Casuarina.

De mis viajes sin regreso, ¿cuál de ellos me trajo a casa? Cuál de ellos salvaguardó mis sentimientos, es mentira, que los pardos son los únicos que pasean de noche, yo intenté por todos los medios de pintarme azul transparente y entre el ir y venir se me oscureció la noche.

Tengo un pedazo de tiza, dibujo jaulas en el piso, jaulas con un traste con agua y uno con alpiste, las palomas que se me perdieron del cielo, vendrán volando, estampando su pico perfecto en mis jaulas inventadas, todas ellas sin rumbo, sin saber porque, regresarán a su sitio.

Mis palomas han dormido un millar de años luz, mis palomas son mis cuentos, mis tristezas mi amores frustrados que ya no caben en el cielo ni en el suelo ni en el subsuelo, mi cielo se ha partido con los arañazos que dejé en la puerta, se ha pintado del rastro “sendérico” que dejaste al despedirte, ¿pero qué digo despedirte? Si ni bondad alguna hubo en ti, solo así, llegaste, “te viniste” te saliste y te fuiste.

¿Manchones de lágrimas, vasitos diminutos de hielo en el congelador, ¡agua para palomas!, roció de la mañana, y en todos estos años, mis trazos tan amargos, mis carreteras dibujadas, apodadas de mí, con mis huellas, con mis llantas incrustadas, aquellas viejas canciones que tanto dolían decir, hoy son “cotidianas” como cualquier subvenir.

Escribo porque no encuentro razón alguna para pensar, escribo porque las palomas que había en el cielo no me pueden escuchar, porque mi paz se fue al infierno 7 años atrás, escribo porque no hay remedio alguno, la pizarra al corazón, la venda hecha tinta y la cura mi eterno reclamo a la vida.

Y cuando miré al cielo, no había nada, seguía tan sola como acompañada, mis ojos no tenían más luz, mis manos enrolladas y calcinadas, mi boca sedienta era un pozo de inanición y cuando miré al cielo, aquel pájaro que fui, estaba colgado en medio, con los ojos entre sacados, con las plumas desprendidas, con el pico bretado y con el corazón hecho añicos.

Y las palomas fueron desplomándose, del cielo, de los campos, de las repisas de las ventanas, Y cuando comprendí que el cielo era mío, ya no pude volver a escribir, se quedó el cielo en blanco, en mudo mi silencio fue, un mar de lagrimas perdido, un corazón desprendido, un amor que nunca olvido y aquellas palomas blancas se comieron mi paz, y se fueron volando para nuca regresar. 

Una pausa Del cielo, se caen, del cielo se han caído.  [...] Mis palomas dijeron AMÉN.