domingo, 27 de junio de 2010

Casualidades Impertinentes.



Estrepitosas Casualidades ¡Y yo estaba tan bien! pero de nuevo la tentación me sonsacó y terminó por convencerme!

Un encuentro casual con la muerte, Mi tan añorado enfrentamiento fue más desilusionante que haber encontrado en el desván de mis memorias, decenas de cartas pasionales dirigidas a un hombre, pero ¡Escritas por mi esposo!

Y haberme besado el codo parecía imposible, pero no tanto como haberme desenfrenado por mi cuñado, como haberme bebido de su boca toda la culpa que pudiese tener.

Tan culpable me sentí de haberle traicionado que nos encerramos en mi cuarto las siguientes noches hasta el día en el que nuevamente mi prometido nos sorprendió.¡Me encanta ser tan descarada!

Casualidades impertinentes que vienen a enmudecer mi calma.

¡Y yo estaba tan bien! y de nuevo la tentación me ha venido a sonsacar.

Esta vez vino vestida de negro como casi todas las veces, pero esta vez sus labios se veían deliciosos, tan suculentos que me sentí como un insecto asomado en la rendija de un candelero.

Con su sabor apasionante, y es que a decir verdad, esa mujer me vuelve loca, me pone extasiada, cierro los ojos y solo deseo que me arrastre, me consume las ganas de vida y hace que de un solo golpe se me salga la felicidad que pudiese tener.

Vacía, tan vacía como yo.

Y nuestro encuentro fue una impertinencia de la vida, justo ahora que comenzaba a respirar.

Justo cuando no tenía más dolor por sentir, me miró con tanta lástima que hasta mi desfachatez sintió vergüenza.

Justo cuando me había bebido la última Copa, resulta que siempre estuve Sobria, sola y abofeteada.

Fue entonces cuando vino la muerte a decirme con voz lastimera y muy afligida, tan afligida como jamás la había escuchado.

“Por favor ¿Podrías detener el silencio que transmites con tu nostalgia?

Por favor ¿podrías callarte un momento? Estas tan enmudecida que me desconcentras.

Por favor ¿Podrías girar la mirada? Estas inundando mi cama.

Llora hacía la izquierda porque este barco comienza a ladearse.

¡MUJER! Hazme caso, ¡Detente que nos vas a matar! ¡basta de sonreír! ¡basta de dibujar tu realidad! ¡basta de llorar! ¡Basta! ¡Basta con tanta tragedia!

¡MUJER! Contigo no somos, no existimos, nos volvemos pequeños, todos los sentimientos lastimeros y denigrantes que podamos existir no podemos sustentarnos, contigo llegamos al PAROXISMO ABSOLUTO.

Después de un estruendo, llegó ella y me Cantó al oído: Por favor ¿Podrías dejarte besar por mí? Será rápido, frio y sin retorno, me has llamado tantas veces que ahora no se si quiero abrazarte.

Me llamas Hades, Pero te he observado tanto que dudo que sepas quien soy, no me temes en ningún momento y sin embargo me aclamas a todas horas, creo que no podría competir con alguien más muerta que yo. ¿De dónde has salido? Nunca antes escuche hablar de ti.

Y YO LE CONTESTE: Por favor ¿podrías prestarme un pañuelo? Se me salieron los ojos, fueron arrastrados por el mar que broto de ellos. Perdón ¿Me decías algo?

-¡Nada, no decía nada, Regresaré cuando estés un poco menos muerta, si te llevo ahora ¿entonces que podría llevarme? Aquí No hay ni cuerpo ni alma, solo retazos de ti, No hay nada por el momento, prosigamos cada quien nuestro camino.”

-Pipa F.-

Este es el acceso violento de una enfermedad.

Frenesí, lamidas de un perro sobre tus heridas.

¡Demonios! La saliva de un canino puede curarte las llagas. ¡Es cierto! vi alguna vez a un anciano con las plantas de los pies deshechas por una enfermedad Desconocida, se sentaba todas las tardes en la banqueta a quejarse de su dolor, las pupilas dilatadas como si hubiese consumido heroína, la boca reseca y sus escandalosos quejidos.

Un perro grande, Viejo, color marrón, llegó a calmarle su dolor, Llegaba diariamente y sin poder ahuyentarlo se ponía a lamerle los pies al condenado, sin rumbo y sin comida se quedaban los dos retozando cada uno con su tragedia, así fue por muchas semanas, cuando el perro enfermó, el anciano se puso de pie, corrió alebrestado hasta su casa y nunca regresó a donde el perro.

¡Murió! Le dijo un carnicero al anciano cuando se acordó de su fiel amigo, cuando usted se curó, el perro murió de hambre, esperaba que lo alimentara pero usted jamás regresó.

El anciano lloró 700 noches con sus días y contrajo nuevamente la enfermedad, pero esta vez ya no había sanador, ni rastro del que algún día le salvó la vida…

¡He de comprarme un perro! esta misma tarde lo haré, me sentaré en una banqueta y dejaré que me lama el corazón, espero que aún tenga remedio, que lo haga cada día todas las noches, pero a diferencia del viejo, yo me he guardado un retazo de carne en el bolsillo, ni él ni yo volveremos a necesitarnos, pero si acaso fuese demasiado tarde y ya no tuviese cura ¡Que se coma mi corazón si es que ya no sirve! ¡Que lo despedace! que al fin y al cabo todo oscila en una mera desilusión.

¿Lo ves mujer? Todo lo bueno que se hace pareciera insuficiente.

¿Lo ves mujer? Todo el daño que se causa tiene un retorno, siempre volvemos a donde hemos comenzado, No son casualidades, son regresos inevitables de la vida.

¿Lo ves mujer? Siempre han de pagarte de la misma manera, ni con estos ni con aquellos, tu vida será completa hasta que dejes de besar y lamer cuerpos frívolos y desgastados.

Cuantas veces no me ha sucedido, que cuando empiezo a levantarme, vuelvo a pisar lo resbaloso.

El cielo nublado, tal parece que le gusta compadecerse de mí.

El cielo llorando, ¡Gracias! Te has puesto a mi altura.

La gente tan silenciosa, como las canciones sin letra y la melodía escurriéndose entre los oídos.

Mariposas girando entre mis dedos y soplándome la nuca a punta de aletazos.

Grandes pérdidas en la vida, pérdidas que nos recuerdan que no es bueno aferrarse a nada.

Y cuando todo parece reposar en la calma, llegan a mí, una tras otra, como si no tuviesen tiempo de dormir, todas aquellas cosas, personas, cartas, melodías, tragedias, dichas, alegrías y tristezas que se convierten en casualidades impertinentes, arrabaleras e inservibles.

¡Mierda! Estos Malditos Alifafes Son Como Pupas Que Se Revientan En Mi Caletre Y Siguen ¡Jodiendome! Nadie Los Ha Convocado, Nadie Los Solicita, pero siguen Pasoteandose Como Rameras Por Las Esquinas Esperando Su Siguiente Comprador.

Las casualidades impertinentes que enmudecen mi calma, mi sobriedad y mi resignación y se vuelven molestias, vomitivos recetados por mi alma para poder curarme.

Lo único que ha valido la pena todo este tiempo, es el dolor intenso, así es, si no sintiera dolor, no estaría viva, a medias vueltas o con giros completos pero con la libertad de poder equivocarme cuantas veces sea necesario. ¡Cuántas veces se me de la gana!

Las coincidencias, son sin pensarlo, absolutas, fantásticas, sorprendentes, trágicas y casi siempre dolorosas.

No hay duda, no hay persecución.

Dolor, prefiero sentirme a salvo de ti, antes de escucharte en el sonido tan vacio de la brisa ó en los momentos en los que puedo dormir, metiéndote hasta por debajo de mis bragas.

Y Así seguiré hasta que no quede más que escupir, absolutamente nada, Trato de no mentir, y para ser honesta casi nunca lo hago, por eso sigo sin dormir.

Tócame y háblame claro, termina por comenzar, ponte de nueva cuenta enfrente de mí y platiquemos un rato.

He tratado de hacer las paces contigo, de que revisemos la bitácora de eufemismo y controlemos estas irregularidades que me están matando.

Y para ser honesta, no entiendo el objetivo ó ganancia de este maldito acto tuyo.

Siempre al asecho, pensé que estarías tan ocupada que no me recordarías, que solo de vez en cuando te acordarías de mí, pero no es así.

¡Sadica Asquerosa! siempre soy la primera de tu lista.

Aterradoras canciones que se alimentan de mi cabeza, se tragan mis sesos y no pueden detenerse.

La muerte tan astuta y yo tan despistada.

La vida tan hermosa y yo tan sufrible.

Las cosas tan pacientes y yo muriéndome de la desesperación.

El amor que es mi único salvador y yo pidiéndole ayuda al infierno.

Fotografías invaluables que significan más de lo que alguien pudiese entender.

Letras cansadas, dolidas y dispersas que hablan más que un enjambre de avispas al mismo tiempo.

Una noche que ya no recuerdo me topé en la esquina de la botica a la muerte.

Una noche que ya no recuerdo me tope de frente al escándalo, me lo tope justo en medio de un funeral.

Una noche que ya no recuerdo conocí al hombre que me sanaría la locura y ¡vaya si es graciosa la vida! Tanta era mi demencia que esa misma noche lo Maté, creyendo que era un homicida le cercene la garganta y desde esa noche, me lo topo cada día con las mismas ganas de salvarme y yo ¡vuelvo a matarle!

Que coincidencias de la vida, tan deslumbrantes e imperceptibles, fisgonean por mis calles y me persuaden para que no crea más en la vida, sino que me aferre a las manos de la muerte.

Casualidades de la vida me han traído de vuelta al disparate, y mi encuentro con la muerte fue un poco más excitante que haberme desnudado ante una multitud.

Mi encuentro con la muerte fue la mejor equivocación, porque al verme, ella palideció y con su grito aterrador me dijo: “Tal pareciera que somos la misma persona.”

No te asustes mujer, aquí nadie sale a menos de que no quieras entrar.

Caminemos, ¡anda! bébete de mi boca el néctar que tanto deseas, ¿no es acaso lo que me pedías?

Casualidades que nunca debieron de haber estado siguiendome los pasos.

¡Bastardas coincidencias que ni siquiera saben mi nombre!

Estrepitosas Casualidades ¡Y yo estaba tan bien! pero de nuevo la tentación me sonsacó y terminó por convencerme!



l'écrivain: PiPa Fumatori ★

sábado, 19 de junio de 2010

Y Te Sigo Preguntando.






Sigo los pasos que tú me señalas, sigo las huellas que has pisado, siempre me alivio con tus remedios sin preguntar si existe otra cura. Siempre te espero en el inicio solo para ver tu final, Renuncio a mis sueños por vivir los tuyos. Veo tu reflejo en mis charcos de sangre y siento perpetua la tranquilidad de tiempos pasados, de cosas ocultas, de aquellas voces y luces cantándome la verdad, de aquella marea y oleaje gritándome ¡Asesínala! ¡Hazlo ahora que aún tienes dignidad!

Y ME SIGO PREGUNTANDO, En caso de aniquilarte. ¿Algún día te recordaré?

Y TE SIGO PREGUNTANDO, ¿Por qué sigues sentada En el mismo lugar del que tanto quieres huir? ¿No vez el cuchillo en mis manos? Este tabaco inapropiado y asfixiante ¿Cuántas cajetillas faltan para tu muerte?

- PIPA-


“¡Y miren como son las cosas! Que para que pudieran observarme, tuve que taparme el rostro, y para que pudieran llamarme y dirigirse a mí, tuve que quitarme el nombre, me jugué el presente, y aposte este momento para poder tener un mañana, ¡cierto! tuve que morir para poder vivir.”

Y esta noche comenzó a llover, resbalan sobre mi ventana esas gotas indiscretas, pero sinceramente no veo muy claro, no distingo la lluvia de mis lágrimas.
Quisiera tanto quedarme dormida, dejarme menear por el vaivén de las suculentas gotas.

pero tengo que irme para poder quedarme.

Pero tengo que escapar para que pueda encontrarme.
Pero tengo que ocultarme para que alguien me encuentre.

Tengo que correr para poder descansar mis pies.

Tengo que cuestionarme para poder tener las respuestas.

Me invitas a fumar una vez más, ¡me has tomado la medida! ¡qué inteligente!
¡Que lástima! ¡Quisiera quedarme! Pero ya no puedo, Me han costurado la boca y resellado las amígdalas.

Y heme aquí, sin texto coherente.

Y me sigo preguntando ¿A dónde se fue el coraje? ¿A dónde se fue el orgullo que una vez te sostuvo? ¿En qué asquerosa alcantarilla estarás escondida?
Pipa, Mendigas mi caridad, ahora que no tengo limosna.

Acabado y destruido, ¡que miseria tan grande!
Te ocultas tras una ventana, te ocultas cuando he bajado las persianas.


Tengo más suerte que un trébol verde de 4 hojas y menos desgracias que un limosnero que ha pasado debajo de una escalera y que a su vez le ha pisado la cola a un gato negro y para variar, en su primer desayuno del mes, ha regado toda la sal en sus prendas. ¡Torpe!

Porque la vida no es más que una calle Sin tangentes ni desviaciones. Solo tiene retornos. Siempre vuelves a donde comenzaste, Irrefutable.

Como si no supiera que las más grandes penas se las debo a mis amores.
Y aun así. Qué bueno fue haberlas vivido. ¿Verdad señorita empedernida?

TRES AMORES, TRES AMORES SEÑORES, PERO NO HAY QUINTO MALO! ASI QUE COMIENZO A BUSCAR EL CUARTO, aquí las cosas no se quedan incompletas, JA.

Y ME SIGO PREGUNTANDO CUANTO VALE TÚ CABEZA, ¿RECOMPENZA O TRAMPA?

Y TE SIGO PREGUNTANDO, Que valdrá más, ¿Tus Riñones o Tu corazón?

Sin embargo, he meditado mientras hago ruecas sobre la arena, he pensado en lo inservible de nuestro corazón, y es que si lo admiramos como tal, ¿qué es? ¿Por qué le achacamos las decisiones a él?

¡FELACIONES POR DOQUIER! ¡SIEMPRE SE TRATA DE UNA TRAMPA!

El corazón ¡no sabe nada! ¿Acaso no lo ven?

Este pobre infeliz, vive tan fastidiado como nosotros.
Este que tenemos aquí dentro, No sirve.

El corazón no sirve en los asuntos del “Amor”, solo bombea sangre pero de sentimientos sabe tanto como un chícharo de magia.

Está jodidamente cansado de darnos vida, por eso nos aniquila, absorbiendo rencores, dolencias y tristezas, quiere morir porque está harto de darle vida a un cuerpo que se empeña en destruirse.

¡Vamos! Si lo sabré yo, que me tome sabe Dios cuantas botellas de vino con él y jamás en todo este tiempo me ha dicho algo saludable, gratificante o algún indicio de querer sanar mi dolencia.

¿Por que demonios nadie le hace caso a la razón? Es un estigma que nunca decifrare.

Ja que suerte la mía. ¡Ay corazón! Qué desgastante agonía es querer olvidarte teniendo que llevarte dentro.

Que jodida realidad, después de caído volver a caer.

QUE SARCASMO DE VIDA, DESPUES DE UNA CAIDA NOS VUELVE A REVOLCAR

Me mataron, ¡tantas veces me morí! Que el infierno me ha dejado la puerta trasera sin llave, ¡claro! ¡Saben que he de volver!

Jodida Rareza, ya me estas empezando a simpatizar y eso es aún más jodido.
Miserable tristeza ya te estás acomodando en mis costillas, pero ¿Qué crees? Me las he sacado. JA

Vulnerable corazón, deja de compadecerte, no significas nada, mis riñones se han encargado de las dolencias ¿y tú? Solo de empeorarlas.

Asquerosa Nostalgia, ¡Cuánto te he llegado a disfrutar!

¿Felicidad? Tú eres tan desconocida, se me ha olvidado tu rostro, pero, ¡venga! ¡Venga! Veamos que traes de nuevo para mí. ¡Ah! y te diré una cosa, YA SE QUE ERES LO MISMO QUE LO NUBLADO ES PARA LA LLUVIA.

¡FELICIDAD! Si vienes tú, sé de antemano que detráz de tí llega un inmenso Dolor!

¡Descarada! Y ¿te atreves a sonreírme? ¿Como si no pasara nada? Eres suculenta y enfermiza Y aún así, reconozco tu astucia, ¡ingrata, tienes tanto estilo!

Y me sigo peguntado ¿Cuánta gente se estará cuestionando algo en este preciso momento? Una.

¿Cómo se vería el mundo inverso? El mar en el cielo y el cielo en el piso? ¿Nos ahogaríamos? ¿Estaría suspendido? ¿Se verían claramente las sirenas? ¿Bañándose desnudas y con sus enredados cabellos?.

¿Por qué se empeña la gente en recordar lo olvidado cuando el olvido mismo ni siquiera existe?

Después de todo tengo callos en los dedos, son encantadores y diminutos.
Son como pequeñas chispas de acido sobre los ojos.

¡Caramba! ¿Y me sigo preguntando si te recordaré alguna vez?

Y TE SIGO PREGUNTANDO, PIPA ¿Volveremos a ser una misma algún día? ¿Con sincronía en todo momento, con aquel chasquido de dedos que nos hacía tanto bien?

No sé en qué momento te perdí, pero encontrarte no es nada divertido, me estas acuchillando, te has colocado en mi espalda y no puedo verte, te siento, Sí, siempre, pero no te veo más.

Y TE SIGO PREGUNTANDO, ¿Cuantas letras más? ¿Cuántos amores más? ¿Cuántas preguntas más? ¿Cuánto de todo y cuanto de nada?

¿Cuánto de vida le quedan a esos pobres pulmones, que para desgracia también son los míos.

Y TE SIGO PREGUNTANDO, ¿Porque sigues sentada en el mismo lugar del que tanto quieres huir? ¿Cuántas cajetillas faltan para tu muerte?

-PIPA- ¡Descarada! ¡Grosera! ¡Irreverente! ¡Sarcástica! ¡Dulce! ¡Amarga! ¡Llorona! ¡Viciosa! ¡Impredecible! ¡Malvada! ¡Impulsiva! Te seguiré preguntando, ¿Hasta cuándo? Lo haré, hasta ver tus oídos desangrándose Sobre mis pies.



l'écrivain: PiPa Fumatori ★

miércoles, 9 de junio de 2010

Hoy Me Sostengo De Ti.




-Hoy me sostengo de ti, porque estamos atados, con las manos amarrradas al cuerpo y con el corazón fabricando nuestro sepelio.-


Detonaste cada una de mis fibras cardiacas, besaste mis ojos y me dejaste ciega, me has dado la mano y sin dudarlo me aferré a ti, iré a donde quieras llevarme, veré con tus manos y escuchare con tus oídos. Comenzamos esta vida llena de Azules perfectos. Soy un demonio que se enamoró de un pedazo de cielo,abrázame a tu cordura y desátame con destellos de incongruencia.

Te amo este instante aún más que hace un par de minutos y es que conforme se me van durmiendo las horas, voy rebozando los espacios vacios con tu aroma y con tu dulce fragancia.

Le pido a Dios que cada noche te bendiga y te permita sueños eternos en los que no puedas soltarme.

Un sentimiento flotando encima de las nubes, girando y comiéndose el sol a grandes bocados.

La luna incierta y discreta se ha vuelto absurda, no hay cosa más inspiradora. Nada es más inspirador que caminar contigo, de tu mano y colgada a tu sonrisa.
Y lo repito, una y las veces que vengan, soy un demonio que se atrevió a mirar a las estrellas y ya no pudo despegar la vista de ahí, porque le encapsularon los ojos sin cristal y sin brillo.

Soy Un demonio que prefirio renunciar a las noches de juerga por quedarse a dormir bajo tus Labios.

Soy Una cloaca abierta que fue desazolvada a punta de disparates y mangueras que se conectaban a tu corazón.

Un par de besos mal obsequiados en el pasado, y ahora me limito a decir, que los labios se me han resellado con tu nombre y dirección.
Porque no sería nada sin lo que siento en este momento, porque no importa cuántas veces me equivoque y te haga sufrir, el sentimiento crece más y desfallece de a poco.
Te hablo desde mi novena vida, de estas horas sin sueño, de estas noches sin un día próximo, te escribo y te dejo millones de besos con el sabor de mis despistados labios.

No soy tan civilizada para comprender las cosas que son tan obvias. Pero por ahora no me quiero morir sin poder entregarte aquellas cosas que muchos han olvidado.

Del respirar de los suspiros te escribo, mientras caminas, mientras viajas, mientras mueres de sed, mientras me extrañas tanto como yo a ti.

Girasoles felicitándonos por nuestro maravilloso baile, entre cordura y demencia.

No veo ni en parques ni en las tardes de los mejores atardeceres, belleza instantánea más que la tuya.

El Que Dios me haya hecho tropezar contigo, fue como darle un beso al Diablo y admitir, que se Ha Enamorado De Mi, Me ha perdonado los pecados, y me ha regalado un baile con tulipanes nacarados, las calles que hemos recorrido me hablan de ti, Recuerdo todo, desde las bancas hasta llegar a las paradas del metro, las nostálgicas caricias, noches para hacer el amor que terminaban con un dulce “TE AMO”, porque al mirarte inmediatamente concebí un mundo Inexistente.

Suspendida en una eterna nostalgia me voy preguntando ¿porque me cuestiono tanto? Y a veces no sé cómo reaccionar, y a veces pienso que te amo más que a mi vida, pero jamás podría vivirla eternamente junto a ti, y a veces siento que ya no quiero a nadie a mi lado, y a veces pienso que no merezco la belleza de la vida y a veces le reclamo tanto por tenerme a medias, pero es preferible, haber hecho las cosas a medias que no haber hecho nada.

Lo cierto es que, no podría tenerte ni un jodido día lejos de mí, más lejos de lo que ya te tengo, cada noche por meses y meses que parecerían burlarse de mí, y me enfada extrañar tanto un par de manos como las tuyas, que jamás había sentido ni visto.

Ahora tendrás que arreglártelas para dejarme tal y como estaba, o para mantenerme así de enamorada, no sé que harás al respecto pero me dejare guiar, sea como sea, ya no puedo perder nada más, años atrás perdí la cabeza y la razón, ¿Qué más podría lamentarme?

Nada, porque cuando uno toca fondo, no hay más hacía donde ir, que hacía arriba, es la única salida, y no sé si seas un subterráneo dolor venidero o si seas la tercera dolencia de mis asustados ojos, pero de ser así, hazlo bien, llénate de mí hasta volverme más loca, abrázate a mí como si no existiera otro mundo, dréname el corazón hasta que no quede gota alguna, llena los ceniceros de mis tabacos taciturnos y por favor, déjame quedarme una noche, solo una más aún después de que me hayas abandonado, para recordar tu aroma y dejarme llevar por tus manos.

¡Te Amo tanto esta maldita noche! Que extrañarte ya me parece tan normal, y te amo tanto que me da vergüenza admitirlo, porque he caído por tercera vez, como lo hizo aquel que intentó salvarme de mis pecados.

Te ansío tanto que prefiero dejar de pensar antes de empezar a vomitar, me duele esta dolencia un poco más que la pasada.

Me duele esta felicidad que es tan perfecta que me provoca escalofríos.

Y ¿vez como voy en decadencia? Empezando a hilvanarte las letras más dulces, y conforme las voy escribiendo parece que mi mañoso interior va saliendo hasta quedar en lo que originalmente soy, solo frases asquerosas, elegantes, sutiles, diáfanas, inmejorables y realistas de algo que quizá solo exista en mi mente.

NO podría Amarte más, porque no tengo corazón, te estoy amando con los ojos y con las entrañas, y si eso no te es suficiente, no interesará nada, amarte es simplemente levantarme y caminar sobre rosas sin espinas, sobre una calle vacía justo cuando necesitas meditar.

Amarte amor mío, miserablemente es lo único que puedo hacer, no tengo nada, solo una boca y un cuerpo que puedes utilizar hasta dejarme inconsciente, no tengo más que esto, solo esto y nadamas.

Soy esa Bulimia que causa cáncer en el esófago.
Soy esa herida que se ha disfrazado de cicatriz pero sigue reclamando en el interior.
Soy estas letras vacías, pero tú eres el significado.

Soy el final a mitad de un precipicio y tú eres la cuerda que sostiene.
He caído justamente en donde pensaba quedarme muerta.

He analizado las cosas que nunca leí, y ahora que lo vivo junto a ti, solo restamos la suma de lo pasado.

No existe en la vida, Felicidad más grande que la que se vive ahora.
No habrá un amor más grande, como el que te tengo ahora.

Tú no te obsesionaras tanto con una mujer, más que con esta que te escribe.

Hoy me sostengo de ti, me detengo a mirar tus firmes pasos y tu carácter duro y sin escrúpulos. Te entrego este costal de huesos llenos de fragilidad, Mi falsedad se arrepiente de haberte dejado alguna vez, pero mi orgullo ha besado el lodo, he vuelto a ti como alguna vez no pensé hacerlo.

Respira mi aroma , respira este humo de incienso y acaricia mis manos de ceniza.

He de darte asco de vez en cuando, y sin embargo sigues aquí, haciéndome el amor 15 días sin parar y mirando mis marañas aterradoras.

He salido del cuadro, he vuelto a ser feliz gracias a ti, y solo para ti, he salido de la pintura en la que me encontraba atrapada, en donde una chica con un vaso medio vacío se limitaba a observar las calles y a las personas, pero jamás se involucraba, ahora he de vivir la realidad, llenando mi vaso y caminando junto a esa gente que alguna vez solo imagine, ahora tengo la vista en ti y asi me quiero quedar.

Y de haber sido diferente, ¿me habrías amado? ¿Me habrías observado como lo haces ahora? No lo sé, pero ¿podría alguien haberse percatado de tanta belleza? una invaluable realidad que tengo ante mis ojos, Tu amor, silencioso y único entre las maravillas más grandes, entre esas paredes con cal que nunca fueron pintadas.

No se tú, pero decirte "Te Amo" no me llena de placer, yo lo único que quiero amor cobarde y sin piedad es hacerte saber que desde que tengo flores naciendo de mi Cabello, no tengo más imagen sobre mis parpados que la tuya.

Mariposas con enormes ojos que me hablan de ti y de tu mágica manera de cambiarme.

Otoños susurrándome una letanía absurda del crujir de sus hojas caídas.

Poesías sin autor. Lagrimas sin arrogancia para darte algo que no sea común, algo que proceda de mi interior y no puedas encontrar en nadie más.

Decirte, TE AMO ¿te es suficiente? No sé tú, pero prefiero arrancarme las frases del infierno de mi pecho y plasmarlas en este escrito, que escupirlas de mi boca y no darle el valor que merece.

Hoy me sostengo de ti, porque hay demasiados Sentimientos Flotando Sobre Mis Manos, Y recurriendo a la última verdad que se me ocurre, decirte Te Amo sin duda alguna es lo más usual, pero viniendo de mí, es una verdad irrefutable.

Hoy me sostengo de ti, porque nada soy en medio de tanta humanidad perdida, Hoy me sostengo de ti, porque nada podrìa decirte palabra alguna si mi boca no existiera, porque nada sería sin este amor que me has regalado a pesar de inmerecerlo.

Hoy me sostengo de ti, porque estamos atados, con las manos amarrradas al cuerpo y con el corazón fabricando nuestro sepelio.


l'écrivain: PiPa Fumatori ★

sábado, 5 de junio de 2010

Un Vez Hace Muchos Años.


Una vez hace muchos años, Morí de una extraña enfermedad, Maltrechos los pulmones y deshecho el corazón, el hígado no lo tenía desde los 26, así que cuando la vejez me consumió, cerré los ojos tan fuerte que amanecí en algún lugar que por ahora no recuerdo, en mis manos había una pequeña bolsa con monedas, amanecí recostada sobre una roca y con la juventud de mi lado, era otra, era distinta, tenía una segunda oportunidad que no sé de dónde ni porque se me otorgó, por varias horas caminé sin rumbo, lloré y después me sorprendí y al llegar la media noche para variar y para asombro de todos, lo primero que hice fué caminar hacia la ciudad, abrí la bolsa con monedas, me introduje en un lugar oscuro, con diáfanas luces y grite sin titubear:

¡CANTINERO! ¡CANTINERO! ¡Sírvame la primera ronda De esta mi segunda vida, la segunda que volveré a desperdiciar!

Exacto! Aunque naciera millones de veces, yo y cada uno de nosotros, tenemos en la sangre la voluntad y la gracia de elegir, caeremos siempre, no cambiaremos, los actos son obligados, así que, aprendamos a disfrutar nuestras manías y aquellos deleites insultantes de los que tanto se nos acusa.

Un Vez hace muchos años, jugué con el Diablo y el Pobre Infeliz, se enamoró de mí...

-PIPA-



Fumar es una linda forma de callar, de mantener ocupada la boca, llorar no es suficiente, chillar, maldecir, moquear, berrear, escupir y blasfemarle a las divinidades, es mejor llorar que traicionarse, o quizá es mejor traicionarse que olvidar.

Porque he jugado al amor y al final el amor es el que ha jugado conmigo.
Porque he jugado a no enamorarme, y nuevamente lo he hecho.

Si he de morir mañana que sea despacio, disfrutando de un buen licor, de infinidad de amortiguadores alucinógenos, con catapultas de estupidez mental.

Si he de morir que sea en estado de nirvana, sin posesiones, sin el dinero que tanto me estorba, sin las prendas que avergüenzan mi cuerpo.


Jugando para que no se vuelva realidad y ahora la realidad es que la vida es un mero engaño lleno de partituras sin melodía.

He jugado a ser un remedio y es la enfermedad quien me termina consumiendo, y ahora tengo que callar como una esquina alado de un bar que solo ve a los incautos y no puede ayudarlos, y tengo en medio del estómago una pequeña molestia que me durará un par de años y después me despedazará, arrebatándome de la existencia que ahora conozco.

Y por el momento he de recordarme a mi misma como la mujer de mente frívola que no recuerda que es lo que escribe, porque prefiere vivir en un mundo imaginario que en la realidad que tan bien conoce, una realidad que he pretendido desafanar de mis ojos para que no me destrocen la razón, porque conozco todo lo que me rodea, las verdades y aquellas inteligencias fingidas, ¿acaso existe alguien que hace lo que quiere? ¡Casi nunca! Mediocremente uno solo hace lo que se puede, pero yo hago lo que quiero porque puedo, y lo que puedo porque si no me aburriría, y prefiero elegir otros juegos porque sé que los puedo ganar.

Pero claro está, he de hacerle reverencia a los que lo han logrado! ¡Infelices mentirosos! Ja.


Demasiado suplicio para que se le borre de un tajo, pero también reconozco que he “Puteado” “Destrozado” “Desquebrajado vidas” lo he hecho, como una loca, porque es una linda manera de callar, de borrar las cicatrices, es una deliciosa manera de recordar lo que se ha olvidado, y de acordarme de las entradas y las salidas de prodigiosas cantinas, una cosa es morirse de dolor y otra cosa es mantener el dolor a las afueras de aquellos fantásticos lugares en donde venden licor, de aquellos escondidos lugares en donde por unos cuantos pesos, me venden un par de horas de tranquilidad, en donde una sobredosis me puede aliviar un rato, pero ¡jamás curar!

Quisiera que vendieran calma y alivio, desearía no desear, y no saber lo que ya sé.
Me fastidiaría tanto saber lo que ya no quiero preguntar. No creo en las verdades y las mentiras a veces son muy simpáticas.

Tengo un verso callado y un par de manos definitivamente un poco más que hartas de escribir letras diferentes pero con un mismo significado, ya no son para un “alguien” ya no son "para mí", son para la vida, para la muerte, para el silencio y para el escándalo, para el amor y la desdicha, para todo aquello que ya conozco, para la roca y el papel, que bien se pueden fundir hasta volverse uno mismo.


Para todas aquellas caricias desenfrenadas que he sentido de los hombres más bellos que danzan sobre el cielo y de los más repugnantes que vomitan sobre el infierno, pero al final la guerra siempre termina en muerte, al final la batalla siempre es derrota y cuando vuelvo a comenzar me doy cuenta que jamás me he movido del mismo lugar.

Vasos repletos de paz en medio de un manantial de horas sin sueño.

Los pasos con sabor a eucalipto, las letras que escribo para no amanecer sola.

Desde las hojas que se caen sin premura y sin vicios, con el aroma del tiempo que a veces me ha olvidado en las aristas de la dolencia se escucha una una estrepitosa vesanía.

Los días suceden porque no hay otra manera de vivir, porque los parques sin lluvia son peor cuando los caminas acompañado, Sí, acompañado, porque cuando hay alguien a tu lado, no eres capaz de llorar en su presencia, no eres capaz de verle a los ojos y confesarle la verdad, Pero si deambulas solo, puedes llorarle al tiempo, puedes platicarle hasta a las coladeras el ardor de los ojos cansados y sin ganas de seguir despiertos.

Momentos y fragmentos de la vida, que ocasionalmente nos repiten que tenemos una deuda con ellas.

Girando una y otra vez, vociferando las mismas cosas, como si no tuvieran un descanso, una época vacacional en la que se refugiaran por mucho tiempo.

Me encantaría tener un buen amigo que me apoyara hasta en esas estupideces que a propósito me encanta hacer, un amigo que llorara conmigo, no por hacerme compañía sino porque realmente lo siente, comprensión de cosas incomprensibles, uno que se embriagara conmigo a pesar de estar al borde de esta estúpida enfermedad.

Fumar sin lugar a dudas es la peor salida,la Manera Menos Poética de callar, pero sí las más Elegante.

Es la manera menos frustrante de mirarme como una viciosa cautiva que termina con las venas saltadas y la nariz despedazada, seré una extraña más que nunca se dejó amar.

Una estupenda maniática con errores complacientes, una extraña cómplice de la desfortuna del saber de más a pesar de ya no querer saber.

Fumar a escondidas con un cigarrillo apagado es la única imaginación que puede sustentar los desacatos más propios.

Descansar sobre mi cansancio es sin temor a equivocarme el único remedio para el arco de mi espalda, para la palidez de mi lengua y para las rocas que me han sostenido mientras me siento a meditar, llorar y muy rara vez sonreír.

Recostada sobre el filo de la razón, he logrado cosquillearme una sonrisa, me he reido de las cosas graciosas sin sentido, de los malos chistes y las estúpidas comedias, he logrado sonreír de manera única mientras le quito el corcho al vino, mientras enfilo una delgada sobredosis de calma, mientras me vuelvo a vestir y trato de recordar el nombre de aquel con el que me he acostado.

Hoy puedo sonreír porque de esto se trataba todo, de tantas vueltas sobre el cubo el secreto no era más que, No moverse, solo eso, pero que aburrida espera, prefiero ronronear las calles y caminar a la par de las sombra de los pordioseros.

En el mundo hay un lugar con prodigiosos amantes,en el mundo hay un lugar de jardinez de miseria y de poseía,membresías en el cielo y pases de salida en el infierno.

Fumarme los pulmones y agujerearme los tabacos es un poco complicado pero muy interesante, Ya no causa dolor, la dolencia esta arrugada y callosa, tenemos el tiempo para desperdiciarlo y aún así nos limitamos a conservarlo, ¿De qué? ¿De quién? ¿De dónde? ¿Acaso se detiene a esperar que nos compongamos y retomemos el camino del bien?

¡Tonterías! No hay más tiempo que el que nos inventamos, no hay más deleite que jugar con la muerte y sobornarla con baratijas.

Un Vez hace muchos años, jugué con el Diablo, y el Pobre Infeliz, se enamoró de mí.

Hace muchos años comprendí que: “Prefiero dar mi lealtad con latigazos de sinceridad, que una fidelidad mentirosa y obligada.”



l'écrivain: PiPa Fumatori ★