domingo, 14 de marzo de 2010

Extrañarte Con Los Ojos.



Epístola para Alberto.

Soy un alegrije que pretende colgarse de tus sueños, que me creaz incierta y real, soy fantasía acumulando una fantastica pesadilla.

Una hermosa carta vieja y putrefacta llena de amarillos contrastes dirigida hacia ti, un escrito que se apodera de mis miedos y se los lleva hacía tu parado excepcional.

Extrañarte es más difícil cuando exageras en la usencia.
Es un poco más difícil cuando se supone que soy un éxtasis en constante cambio.

Añorarte y persuadirte para que regreses es más difícil que veinte paisajes derritiéndose sobre un tempano de sol.

¿Qué más ansiedad se puede tener cuando he inventado torturas humillantes para acrecentar mi dolor y pensar en algo más que no seas tú? Solo para distraerme de ti.

En mi casa de crema de opio, sentada me quede una noche en la que un pasado llegó para pretender hacerme caer, pero ¿sabes? lo unico que reafirme es la inmensidad de mi amor por ti.

Eres el dueño de los pocos pensamientos libres que aún tengo. De las reflexiones irracionales de un artista que ya no tiene cordura, que ya no escribe y solo gime, sin voz me he quedado, más consumo a diario mi muerte para poder sobrevivir.

Pensé desfallecer, y solo quedo en el adiós la realidad, TÚ una y otra vez rondando por mi cabeza, y tu distancia parece tan corta cuando me hablas al oído congelado
Y Parecería que se esfuma cuando veo tu sonrisa por un aparador inexistente.

Y te espero como todas las noches se sienta el cielo para arrullar al conejo dentro de la luna.

Te extraño con los ojos, porque con lo demás no podría,
Solo y exclusivamente con los ojos, porque son ellos los que se impacientan por verte, y son ellos quienes lloviznan aguas de mar interno sudando nostalgia.

Te extraño en cansancio y a veces te extraño de una manera tan hermosa que he pensado que me gusta sentirte lejos.


Y la mente me hace jugarretas, por piedad ¡No hagas caso de mis pataletas! ¡ni de mis desvarios y rarezas! ni de mis irreverentes palabras, de mi absurda mediocridad e ignorancia cuando de amor se trate.

Pero en las noches en las que se supone me haces el amor, pierdo la cabeza, y me pongo a jugar boliche con las perlas que escurren de mis ojos, para entretenerme y ver pasar el tiempo, el tiempo que en realidad no pasa, sino continua, él no se detiene ni se aferra, deja que pase todo de largo y sigue su camino.

Me siento en la playa con él, mi único y traicionero vicio, que desaparece en mi boca, se esparce por mis pulmones y después de haberme matado, se retira digno y suave como si la vida no le complicara.

Y es que ¿sabes? Lo difícil no es extrañarte todas las jodidas y eternas horas que tiene el día.
Lo más difícil es tener que sonreír como si no tuviese alguna molestia en el alma.

Me duele el rostro, me duele la verguenza cuando me miras pero no deseo que pares de hacerlo.

Quiero verte correr mientras me siento a esperarte.

Pero, lo peor de extrañarte es tener que reconocer que me he enamorado, mi corazón es una estantigua que se burla de mis mediocridades y mi falta de validez al no consagrarme inmaculada y haber perdido la emoción por ti.

De ese par de manos, de los brazos suaves que me rodean, de toda aquella cosa exquisita que te hace un hombre.

Lo peor es tener que revolcarme sobre mi propio fango, lo peor es tener que admitir sin lugar a dudas que el amor esta encima de mí, seduciéndome y me ha preñado con uno solo de tus cabellos, he caído flagelándome las entrañas para reconocer que escupí y me cayó en el rostro toda aquella palabra negándome a vivir un amor.

Extrañarte con las amígdalas, cada vez que grito por ti
Extrañarte con el corazón es invisible cuando esta dentro mi
Extrañarte como sea es un poco más fácil, mientras que no sea con los ojos, porque me los he de sacar si pudiese acelerar tus pasos y acortar las distancias, pero que tormentosa cotidianidad y que aburrida monotonía tener que verte a diario sin contemplar tus cuentos lejanos.

Extrañarte es un poco más difícil cuando no estás para compartirlos.
Extrañarte es sumergirme en un suave lago lleno de preguntas
Extrañarte a diario es alimentar el ego más indecente con el afán de ser un poco mejor y más hermosa para usted.

Extrañarte es un comienzo con el final por delante, una madrugada de bailes solitarios, con fogatas encendidas con lluvia, extrañarte como en este momento lo hago, es por supuesto amor mío, la manera más sincera y única de demostrarte que no son verdad tus dudas, que mi rareza me hace irrelevante, la más impulsiva e inteligente, tan inteligente que a veces no comprendo lo que mis letras dicen.

Sin ti, no soy más que un cuerpo de ambulante.

Sin ti, estos ojos no son más que huecos descubiertos.
Sin ti, soy trizas de pasado cubiertas de abismo.
Sin ti, amante mío no soy más que un trozo de muecas y gestos sin sentido
Sin ti, la complicidad no tiene lujuria ni armonía
Sin ti y sin ese par de alas que me protegen a toda hora, no soy más que un pájaro asustado, hambriento, sediento, mutilado y con ganas de escapar con los pies sobre la cabeza.

Y los he cerrado porque no quiero saber de más ausencia, un escaparate para tu lugar vacio en espera de ti.

Extrañarte, Con los ojos y nadamas.



l'écrivain: PiPa Fumatori ★

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Se Fuman Mis Ojeras.