sábado, 6 de febrero de 2010

Comiéndome El Último De Tus Huesos



Para poder recuperarte de entre las pesadillas que acompañan tus noches,
y fumando a cuenta gotas el cáncer de mis pulmones!

Eres lo que anhelo, lO que no podre tener, a pesar de saber que me amas hasta con las perfectas marcas de tu cicatriz.

Sumergido hasta los ojos, esos mismos que deseo abandonar y que después me rescatan.

Desearía recuperarte de donde estés, para después volverte a perder

Escupiría solo para ver tu cara de asco y saber que sigues con vida

Aplaudiría para verte saltar de susto, al verme llegar.

Suspendería el tráfico de las 7 potencias mundiales, solo para sorprenderte.

Maquillaría muertos, quizá para provocarte miedo y que no me dejases, por temor a que yo !te matara!.

Reuniría cientos de gotas de lluvia para que cuando el mundo se secara, tú y solo tú pudieras sobrevivir.

Hilvanaría los ojales de tú camisa, con pequeños botones de girasol tierno, solo porque sí.

Me sentaría a fumarme las hojas secas, sin encendedor y sin boquilla, achicharraría insectos y los inhalaría.

Rumiante de noche sería para deletrearte cada palabra de poeta enfermo.

Te alumbraría el camino con millones de luciérnagas, solo para que te confundieran con el halo de un Arcángel.

No te tocaría en millones de años, para detener el paso del tiempo sobre tu piel, sin arrugas y sin manchas de pecado.

Me dejaría crecer los cabellos, arrastrarlos hasta que se me desprendiera la cabeza, solo y exclusivamente para que cuando te de frío, pudieras taparte con ellos.

Me comería el último de tus huesos sin que sintieras dolor alguno, ¿para qué? para saciar mi hambre y dejarte intacta el alma.

Ya te has sumergido, ahora seré el batiscafo de papel, que se hunde y se enrosca por tus manos, aquel frágil barquillo de Profundidad que no sabrás apartar.

y después de mis 7 millones de vidas, volvería a buscar el rastro de tu saliva, la inmensidad de tus ojos callados y con tantos gritos, con ahínco y veneración absurda, estas letras siguen, no impresas, no plasmadas en libros, siguen porque no dejo de pensarlas, siguen porque hasta aquí me ha quemado los dedos el cigarro.

De nuevo al lápiz y papel, ¡estoy furiosa, pero no te dejare!, la profunda irreverencia de mis años, platicaré que hubo una vez, una letanía que no pude terminar....mientras escucho 77 veces la melancólica tonada de un Tango sin instrumentos...


Añejo, añejo, el batiscafo se ha hundido y no Conseguí salvarte, ni a ti, ni a esa pérdida ilusión de una lista de contradictorias fantasías.

No devoré a tiempo ese manjar que se postro sobre la mesa, y ahora se ve tan lejos que la inanición me ha consumido.


l'écrivain: PiPa Fumatori ★

1 comentario:

  1. Se me genera un sentimiento de locura mientras leo estar buena entrada.
    Bastante bien escrita para mi gusto.

    Un saludo.

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Se Fuman Mis Ojeras.