AFABLE Y AMARTELADO…

MUSTIO, LANGUIDO, encerrado, no se cual usar, para definirte, y con tu mirar, tan silencioso, ausente y sin esperanza no se qué hacer.

Creo que sentarme en un sillón de madera, bajo una tarde, y tú, a mí costado, podría admirarte las noches que le queden al mundo… el toque de los rayos de sol, rebotando sobre tu piel vainilla, con aroma a dulce de abril.

¡Hey! ¡Un momento! Yo te esperaba, muchas vidas después, sin sentirlo sabía que en algún punto tu persona se haría presente, pero ¿cómo saber que sería ahora? Y no serás eterno, se supone que lo sabemos, y aunque es melancólico y un poco precipitado, no hablemos de futuro, no hablemos de lo que acaba, si no del presente.

Y el dulce es amargo, tratándose de ti, y es que un simple beso es “ridículo” tratándose de tus labios sobre los míos, y el amor mismo, pude quedarse esperando que lo definan como tal, volando hacía el universo, que ¡no sé!, cómo ha llegado a tocar mis ojos, me dio un beso y me regalo belleza, como esas noches infinitas en las que recorres con la yema de los dedos esas mágicas constelaciones, así recorrí tu espalda, tu silencio que me hizo platicarte las noches enteras, tus brazos, delgados y fuertes que se sostenían en mi, y tu misericordiosa mirada, que me ponía aún más triste, pero el brillo que despuntaba dentro de ellos era infinito, me hacía suspirar y aligerar mi deseo de quererte solo un paso más cerca.

Un puente incierto de estúpida obsesión, y ya había dejado de soñar, no había entrada para supuestos amoríos, falsas estadísticas de que los “no enamorados” se amargan, no es así, yo no entre en el rango, pero nada es casualidad!! Todo es Sincronía, había de abrir esa ventana extraña y lejana en la que un “hola” desencadenara la situación extraña, y los días consintieron el capricho de querer jugar al coqueteo inevitable, y en el momento menos esperado! mostraste tu rostro, y sentí una enorme atracción, que es indescifrable cuando algo no es tangible, y la torpeza se apodero de mi estupidez! Un sabor en la garganta un poco a mar seco, salado y lastimoso, me conecto hasta tus adentros.

Y como si las caricias pudiesen volar, y llegar a los archivos de “admitir y no admitir” mi piel te adopto y te ADMITIO, para poder saborearla a tu gusto y placer absoluto, y sin poder sentirte, seguí con el protocolo, pero los días parecían años de placer, cuando ansiosos esperábamos vernos aparecer, de la nada.

Y he de confesar que tu dulzura me asustaba, que era como alcohol en una gran herida, no quería que prosiguieras, no deseaba sentir dicha cuestión, pero mi nariz ansiaba tu olor, y me repugnaba la manera en la que me hacías sentir, porque era demasiado bueno, por que detestaba el hecho de saber que no era real, y que no estabas y no estarías, y no quería vivirte así en distancias y extrañezas de lejanía, y esa vez en la noche fría que dejaste resbalar de tus labios la palabra, que une a los enamorados, un “te amo” así como fue, me quede pasmada, sonreí por qué fue lo único que se me ocurrió, y no pensé más, pero por debajo de la mesa, estruje mis manos y me rechinaron las tripas, porque esa frase me decía” corre!! Vete! Es suficiente no debes sentir, lárgate! Y déjalo ahí, no ha pasado nada mañana lo olvidaras, corre mujer! Como siempre lo has hecho!

Y te lo digo hasta ahora, porque la situación se ha tornado una mariposa, mi asquerosa persona pasada era un bicho mediocre, poco menos que una oruga! Pero ellas! Son maravillosas, por que inician el proceso de la eterna belleza, entonces me sentía un gusano aterrador revoltoso que no sentía, y con el paso de los días giro, resplandeció y tiro el cascaron… ¡una voladora azul y de mil colores en las alas”

Fue al punto en el que desee huir de ti, que mire el espejo enfrente de mi mesa, y me reí, me inunde de tu tranquilidad, no dije nada la primera semana, pero pasando las horas, escupí la misma frase, y no sentí miedo ni distracción, solo lo hice! Lo dije porque lo sentía, porque era el momento de tomar mis enaguas y correr a toda prisa de la desvergüenza.

Porque el arte me impulsa y el amor me mueve, entonces, ¿qué clase de artista sería huyendo de aquello que me había dado la vida? AMOR, sensación que viaja.
Ya no te puedo enfrentar, no puedo hacer más, no hay mente que no sea de ti, por el momento en mi eterno presente tengo de mi boca los besos hacía ti, y de mis manos las únicas caricias para ti, y de mi vientre el único calor es el que saldrá de tus caderas.

Que es el amor pregunte a mi irracionalidad, y pensé una noche y las 7 siguientes.
¿A qué sabe el amor? alguien me pregunto y yo dije:
“!No tiene sabor! ni estructura en realidad, el amor no existe, es un Dios sentimental que nos creamos para darle forma a la sensación que nos mueve dentro, que nos hace temblar y rabiar! al mismo tiempo, AMOR, AMOR; no sé su color, pero su sabor es como, fruta fresca, pedazos de hielo en la boca cuando mueres de sed, caricias dolorosas cuando anhelas la proximidad de un cuerpo, sabe a sudor dulce, sabe a desierto con humedad, sabe a ¡milagro! a cosas que no tienen ¡por qué!, ES LLUVIA DE PIEDRAS QUE HACE FLORECER LOS CAMPOS.

Sabes? Te he escrito infinidad de páginas, muchas, casi un centenar por semana, pero no puedo ridiculizar a mi serenidad, necesito darte a cuenta gotas lo que tengo para ti, no pretendo arruinar todo, ahogarte de mis impulsos, y estoy confesándolo esta extraña tarde, de lluvia, aquí llueve, y ¿ahí?..¡Hace frio! ¿Cierto?

De miles de frases, no encuentro ninguna, lo que tenemos es meramente un sentir espontáneo, una seguridad extrema, una confianza enfermiza de poder tenerte cerca a pesar de la distancia, y todo es posible, y tu boca me está llamando desesperadamente, los pasos que damos cuando tomas mi mano, y esos pequeños espacios de decir “NADA” y la vergüenza que me ruboriza, si me miras fijamente, la estúpida manera de avergonzarme mil veces al día, ¿de qué?

¡No lo sé!, pero lo hago y todas esas tonterías revoloteando mi cabeza, y los gestos de niña que aún me quedan del pasado, esa ridícula manera de poner mi mano sobre la boca cuando no quiero decir más ó porque algo me sorprenda! Me encanta como toleras todos mis actos, mi risa de incrédula cuando no se algo, la extrema manera de comer dulces, mi mal habito de fumar todo el tiempo, toleras mi aroma a ceniza, mi perfume, que sigo sin saber su nombre, mi obsesión por los hongos.

Pero de entre todas las cosas que irremediablemente idolatro de ti, es tu mirada, triste y sin respuesta, quisiera cubrir esa tristeza algún día, pero… al mismo tiempo deseo conservarla en ti, tus ojos son así, tu sonrisa increíblemente aterradora, si! Aterradora la manera ¡fantástica! Con la que me sonríes, es intolerante saber que hay tantos gestos de amor en una sola persona… y las veces que te llore mientras los cuerpos hervían, no supe cómo reaccionar y solo llore, y lloro por todo! Claro! Lo sabes! Y quizá me avergüenza un poco, pero es inevitable,
Emociones inagotables viajan y me aprisionan, secaste la lluvia que derrame sobre tu pecho, y me acariciaste, no dijiste palabras, no fueron necesarias, y me dijiste “me encantas” y me dio miedo tu respuesta, ¡rayos! Soy demasiado sensible, ¿eso te encanta? Yo había salido corriendo, como desenfrenada, peor tu dulzura me desbarato, pensé si acaso serias real, o este sueño había durado casi cuatro días desde tu llegada ¿de dónde has venido? -te pregunte- ya son dos veces, sin contar los días pasados, y sigues sin responderme, pero ¡no lo hagas!, espero responderme la pregunta sola.

Sí lo sé, este texto es enorme, lo sé! Pero no podría darte un obsequio más grande, que para mí, el hecho de escribirte es lo más grande que puedo hacer, porque no produzco el sonido más que de las teclas, y todo lo que sale de mis dedos, viene del conducto de las venas del corazón, porque todas mis fibras cardiacas son las que están entonando lo que ves plasmado aquí.

Producto de imaginación, te conservare eterno mientras me dures, del mañana no hablemos, es hoy que se que tú estás, porque salvas mi vida, cada día, me haces sentir nerviosa y recordar tus movimientos sobre mí, me erizan la piel, tu sudor resbalando por mis pechos una vez más, tu cansancio cuando dormías sobre mi boca, y esas largas miradas que nunca pude sostenerte, ¿Qué voy a hacer contigo? Ya lo sabes! Eso hare, sin dudarlo.

Eres el alivio a mi karma eterno, que tal vez nunca termine de pagar, pero eres el respiro que Dios me dio para poder continuar con el peso de mis culpas.
Dulce! Dulce! Armonía y sensatez, y solo yo puedo ver que tienes dentro, y ¿lo de afuera? Ah! en eso aún no me he fijado por que veo lo primordial, el brillo de tus pupilas es inmenso, y me sacude los temores.

El muchacho que bajó de una estrella para regalarme noches infinitas de idiotez emocional, UNA ESTRELLA y yo solo sigo tu resplandor y si la vida me considera candidata a la felicidad momentánea, sería perfecto contemplar tus arrugas con el paso de los años no duraderos y tus canas esperándome en el corredor con un café en mano….pero ese es un deseo más, de mi enorme lista de utopías, se me han cumplido increíblemente dos deseos así que… estaré esperando sin voltear, el que sigue…
Irreconocible, dicen algunas lenguas! “Estas irreconocible”, mis rostro cambio y mis actos se vuelven más ligeros, no hay pesadez ni tensiones, vuelo y levito al hablar de ti.

¿Irreconocible? Tal vez… pero ¡qué más da! Dejare que me rompa la cabeza, No vivo para ellos, ni para mi, que todos me desconozcan.. Menos tu!!
¿Me conoces? Aun NO, lo sabes! Pero esa es la intensión!
Mírame, y déjame seguir reflejándome en el abismo de tus ojos.

Quien fuera, tiempo para poder retenerte un poco más, quien fuera, melódica y poder darte las intensiones de mi voz.

Mi Corazón Esta tarde, brinca de felicidad ¡Estoy felizmente aterrada! Y no importa morir, el fin y objetivo es ese ¡morir!, para poder pasar a la siguiente felicidad!
Una sorpresa, un suspiro constante que la vida nos desea mostrar, compartiendo vidas y esquinas de noches de serenidad, son muchas no puedo retenerlas todas, pero son demasiado buenas para desperdiciarlas… ¡Qué dices!


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l'écrivain: PiPa Fumatori ★